He intentado pensar en un tema para escribir, y son varias cosas las que me vienen a la mente, entre ellas palabras que me canso de ver en las noticias y los medios de comunicación, o de escuchar entre conocidos, amigos o cualquier persona con la que me encuentre, como son Crisis, Miedo, Caos, Desastre, Sin salida, etc.
Estas son sólo algunas palabras de la larga lista que a diario nos avasalla donde quiera que vamos, algunas de ellas hacen parte de la realidad externa que estamos viviendo; pero más allá, se trata de una realidad interna en la que nos hemos acostumbrado a vivir y de la que parece no podemos salir. Se podría decir que es como una “comodidad que incomoda”, yo lo asemejo a un sofá viejo, roto, en el que ya no puedes descansar porque te magulla, pero del que no sales por costumbre, pesar o sencillamente porque no quieres, y crees que no hay mejor sofá que ese.
Dejar la crisis Algo similar está pasando en nuestras vidas, nos hemos acostumbrado a vivir en crisis continua, miedo, caos y desesperanza, nos da miedo el cambio y nos paralizamos ante la idea de pensarnos de un modo diferente. Y si mañana nos levantarnos con un pensamiento distinto?
Has pensando, cómo sería tu día si te pararas unos minutos a reflexionar que es lo que quieres hacer en tu día y qué es lo que esperas recibir y aprender? Y si además, te dieras la oportunidad de pensarte unas horas sin miedo, crisis, caos, desesperanza… Seguro que tu vida sería diferente, más llevadera, menos sufrida y sobre todo te abrirías a las infinitas posibilidades que puede haber a tu alrededor.
Muchas veces cuando estamos en medio de estos pensamientos inútiles y desgastantes lo único que hacemos es incrementar el torbellino interno y externo, la vida se nos convierte en una “desdicha continua” y las enfermedades empiezan a pulular por doquier.
Mi invitación este mes es a que te des la oportunidad dejar la crisis y la parálisis interna, para adentrarte en una nueva forma de pensar, ser y actuar.
Inténtalo por pocos días, te aseguro que veras el cambio en ti, y quizá en los que te rodean. Así lo comprobaras desde tu experiencia y será más fácil crear un cambio a largo plazo.
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