Somos algo más que cuerpo MENTE y es nuestro compromiso aprender a cuidarnos de un modo integral / holístico para no enfermar.
Cuando castigamos nuestra vida manteniendo una actitud negativa, lo más probable es que las cosas no nos salgan adecuadamente, todo nos parecerá poco, mal y desagradable. La vida resultara demasiado pesada e iniciamos a castigarnos, muchas veces depositando la culpa en otros, así dejamos de ser responsables de nuestra situación.
Reflexión
Si ante un problema analizamos la forma que una persona que potencia su pensamiento positivo y una persona que potencia su pensamiento negativa, es probable que todos podamos intuir los resultados.
Una persona que asume ante la situación una actitud positiva o resiliente afronta la vida sin dejarse afectar totalmente por el problema, las nuevas situaciones se convierten en un reto, no como una derrota o como una carga más. Por supuesto que son conscientes de que quizá puedan no resolverlo, pero lo intentan, aun sabiendo que hay un porcentaje de resultado que puede no salir como se desea.
La persona resiliente actuará para resolverlo de la forma más optimista posible, es decir, lo toman de tal manera que intentan aprender lo más posible de todo lo que ha acontecido, porque quizá ese aprendizaje les sea útil en el futuro.
Esta comprobado que nuestros pensamientos son los gobernantes de nuestras acciones, si piensas que lo que te rodea es malo, obrarás en consecuencia y probablemente seas desconfiado y estés disgusto la mayor parte del tiempo. Pero si procuras encontrar algo bueno en lo que te rodea, habrá una luz de esperanza y alegría dentro de ti, y probablemente esa luz sea la que cambie tu vida y aprendas a sacar partido a lo que tienes delante de tu camino.
Si estamos continuamente pensando en negativo, nuestro organismo se mantendrá en alerta, puesto que asume que hay algo extraño que nos puede dañar, con lo que aumenta la tensión y el nerviosismo. Nuestro cerebro estará más pendiente de lo que nos puede amenazar que en pensar con claridad sobre nuestras metas y nuestra vida. Además si nos paramos a pensar fríamente, cuando estamos negativos, sacamos todo de contexto, lo desproporcionamos, lo exageramos, y pasa de malo a horriblemente malo, y lo que es un simple problema pasa a ser una hecatombe.
Este modo de “vivir” sucumbidos en la negativa nos lleva
a la imposibilidad de disfrutar de la vida, nos perdemos el presente.
Una fórmula de urgencia: el pensamiento opuesto.
El Pensamiento Opuesto, popularizado por Robin S. Sharma en su conocido bestseller El monje que vendió su Ferrari, se convierte en una estrategia de emergencia que puedes tu iniciar a practicar hoy mismo.
El principio se basa en que tu mente sólo puede pensar en una cosa cada vez. Es imposible pensar dos cosas al mismo tiempo. Si te viene a la mente un pensamiento negativo. Piensa justo lo opuesto, lo contrario.
Al inicio, puede resultar simple y en ocasiones aburrido, ya que requiere estar alerta de los pensamientos. Se convierte en un modelo de gym mental. Así, cada ve que venga a tu mente un pensamiento negativo y castigador, crea el pensamiento totalmente opuesto.
Si te estás haciendo una autocrítica feroz, auto alábate.
Algunos ejemplos más concretos
- No sirvo para nada - soy hábil haciendo …..
- Soy una tonta – Hay cosas que no me resultan tan bien como espero
- No soy capaz de… – Puedo lograrlo si…
Si prácticas este ejercicio con continuidad empezarás a darte cuenta que te sientes mejor si no te martirizas continuamente con pensamientos negativos, y te permites una dosis de positividad en la vida. Pero sobre todo, lograras ver el cambio en ti y tu alrededor.
Siguiente: Consultar las Runas
Anterior: Las mujeres alrededor del fuego” nuestra propia" hoguera