Recibir un diagnóstico de cáncer de mama puede ser uno de los momentos más angustiantes que puedan experimentar las mujeres, y por eso, la importancia de resaltar el trabajo emocional y de ayuda que ofrece un psicólogo o acompañante emocional.
Cada año millones mujeres se enteran de que tienen cáncer de mama. Para muchas el diagnóstico a menudo llega como una sorpresa desoladora. El desconcierto emocional provocado afecta no solo la salud física de las mujeres sino su bienestar psicológico.
¿Qué hay emocionalmente detrás del cáncer de mama?
El diagnóstico de cáncer suele ser un hecho negativo, catastrófico y de profunda crisis vital, porque se asocia directamente a sufrimiento muerte. En muchos casos aparece el temor a morir, a sufrir, al dolor, a los cambios. Es un entramado complejo de cambios y emociones que puede conducir a síntomas de ansiedad, a la depresión, aislamiento, entre otros.
También aparece con fuerza el miedo a la visita del especialista. La ansiedad desborda en cada visita al especialista; a compartir con los cercanos, miedo a preguntar, miedo a expresar, a comunicar, a decir, miedo convertido en vergüenza, quizá culpa y mucha confusión.
¿Qué impacto tiene el diagnóstico de cáncer de mama en el bienestar psicológico de la mujer?
Desde una perspectiva de laPsicología holísticaes vital entender que el tratamiento del cáncer de mama comprende un manejo multidisciplinario, ya que por un lado está el trabajo que médicos y enfermeras y equipo de investigación puedan realizar; pero también es esencial el apoyo emocional que se tenga durante el proceso.
¿Por qué es importante buscar apoyo emocional y/o psicológico?
Sentirse abrumada es una situación recurrente en el diagnóstico de cáncer de mama. Por ello es esencial empezar a trabajar con los diversos sentimientos que genera la enfermedad, los pensamientos, la forma de relacionarse con la enfermedad, los cambios emocionales en el proceso, en los hábitos de vida y alimentación, entre otros. Por ejemplo, pueden empezar a comer en menor cantidad y a seleccionar alimentos con bajo nivel nutricional. También pueden dejar de hacer ejercicio y pueden incluso tener problemas para dormir bien de noche, así como distanciarse de familiares y amigos. Al mismo tiempo, existe un "riesgo" a que la mujer recurra al alcohol, al tabaco, a la cafeína y a otras drogas en un intento por calmarse. En algunos casos el remedio, es más malo que la enfermedad.
¿Cómo puede ayudar el acompañamiento emocional y/o psicológico mujeres ?
Desde la experiencia que he tenido más cercana, con dos grandes amigas que han vivido con Cáncer de mama, aprendí que la escucha activa a las emociones, el acompañamiento a aprender a adaptarse a los cambios físicos, emocionales y de estilo de vida relacionados con el cáncer, es pilar fundamental para vivir un proceso menos doloroso y a la vez de creación de bienestar de salud física y emocional.
Existen diversos enfoques al momento de acompañar a una mujer que es diagnosticada de cáncer. Algunas mujeres se enfocan quizá más en cómo explicar su enfermedad a los hijos o cómo afrontar la respuesta de su pareja. Otras quizá trabajen la toma de decisiones, elegir el hospital o tratamiento médico adecuado. Para otras, el énfasis sea el manejo del estrés, la ansiedad o la depresión, no hay una regla que se generalice. Cada mujer es única, con una historia única y por ello requiere un acompañamiento adaptado a la vida e historia personal.
He de decir, que también dependerá del momento del proceso en el que se encuentre la mujer que ha sido diagnosticada. Las emociones no son las mismas en el inicio del proceso, el avance de la enfermedad y las redes con las que cuente; ello van cambiando en cada fase.
El valor que desde el acompañamiento emocional se pueda dar a las mujeres que han sido diagnosticadas, es además de profundizar en la emoción y los sentimientos, en enseñar estrategias para la resolución de problemas, la búsqueda activa de un entorno de apoyo, trabajar con recursos alternos que ayuden a lidiar con su dolor y miedo.
Es esencial buscar apoyo, bien sea a través de una trabajo individual o de grupo. Desde el acompañamiento individual uso técnicas de relajación, sugestión, imaginación guiada y visualización, con las que se obtienen resultados positivos en la reducción de sintomatología: estados de ansiedad y/o depresión, control del dolor y miedo ante procedimientos médicos como punción lumbar, colocación de catéteres, aspiración de médula ósea, endoscopia y biopsias de mama y piel, entre otros.
¿Puede ayudar el acompañamiento emocional y psicológico al cuerpo?
Por supuesto. Cuando hablamos de cuerpo, es un cuerpo que está expresando emociones. El trabajo con el pensamiento, la forma en que la mujer se relaciona con el síntoma, con su cuerpo, con los cambios, hace parte esencial en el proceso de transformación. No se trata de negar la situación, es aceptar la situación con una mirada diferente. Trabajando las creencias, los efectos secundarios del síntoma, los miedos, la repetición de la enfermedad en la historia familiar. Es acercarnos al cuerpo de la mujer con una mirada compasiva, amorosa y cariñosa en pro de la sanación y el bienestar. A medida que se trabajan los pensamientos, (es como actualizar el software de tu ordenador, o pasar el antivirus en tu mente) el cuerpo reacciona. Los pensamientos ejercen una influencia significativa en determinar el estado de salud de una persona.
Recuerda, la actitud frente a la enfermedad, juega un papel básico en la vivencia del proceso y en la recuperación. Si bien es totalmente normal tener momentos de desesperanza, lo más importante es no rendirse, luchar, intentar tener una actitud positiva y dejarte acompañar y apoyar en el proceso.
Y sobre todo, ver la luz al final del túnel.
Espero que esta información te haya sido útil, y si quieres trabajar tus emociones y creencias respecto al cáncer, tu vida y salud como mujer, no dudes en ponerte en contacto.
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