Hace poco estuve participando en un debate en el que se planteaba si “la formación se está convirtiendo en algo similar a una burbuja inmobiliaria”.
Hoy quiero compartir con ustedes mis opiniones al respecto. Si bien, la línea de formación que trabajo no se enmarca en esquema de formación bonificada o empresarial, me parece interesante incitar a la reflexión en un tema que nos abarca a todos directa o indirectamente.
Bien es cierto, que la formación continua es una necesidad en un sistema laboral cambiante, global y cada vez más exigente como el que vivimos hoy. Los avances tecnológicos nos obligan a aprender constantemente y adquirir nuevas competencias que nos sirvan para adaptarnos al entorno, el mundo personal, el mercado laboral actual y futuro.
En los últimos años en España hemos vivido una sobre oferta formativa, en la que ha primado la ofertar cursos de media y baja calidad, con tal que la empresa pudiera bonificarse; y a día de hoy seguimos viendo que esto persiste en algunos casos. Considero que el problema en sí no es la formación, es el tipo de formación que se ha estado ofreciendo. ¿Dónde queda la calidad formativa, el valor de lo que se aprende, la aplicabilidad a la vida personal y profesional?
Creo que ejemplos de mala praxis tenemos todos, e incluso directa o indirectamente lo hemos vivido. En mi caso, en algunas de las experiencias dentro de la empresa, me han dejado mucho que desear.
En lo que respecta al e-learning, debo reconocer que mucho de lo que se vende en España, especialmente a través de formación bonificada, no deja de ser un e-reading… texto, texto y más texto, en muchos casos un ppt subido a un formato scorm que no se diferencia mucho de leer un libro de texto de toda la vida. Entonces, qué valor agregado tienen este tipo de cursos?
Lo que más me ha impactado
Enseñar habilidades sociales a través de on -line…Plop!!!!! Para mi estos dos elementos no van de la mano. Es cierto que puedes dar una parte on line, e incluso en material escrito, pero las habilidades sociales se desarrollan en la interacción.
¿Qué opinan ustedes?
¿ Qué hace que las empresas sigan ofertando este tipo de cursos a través de plataformas on line?
¿Realmente vale la pena hacer formación, que no busca objetivos aplicables a la realidad y contexto de cada persona?
¿Cuál es nuestro papel?
¿Qué podemos hacer quienes estamos en el mundo de la formación?
La reflexión es el inicio. Considero que el cambio está en quienes nos hacemos este tipo de preguntas. Ha llegado el momento de ofrecer cursos realmente aplicables, de calidad, con formadores que además de saber de su área sean buenos pedagogos. De qué me sirve alguien que sepa mucho un tema, si no tiene las habilidades para enseñarlo?
El cambio inicia en las preguntas que me hago cada mañana
*¿Qué quiero aprender hoy?
*¿Qué quiero enseñar hoy?
¿Qué voy a hacer hoy mejor que ayer?
Creemos que la calidad esta en los títulos de quien forma, pero no olvidemos que parte de una buena calidad educativa y formativa radica en la calidad y excelencia personal. Ese es un valor agregado.
Me gustaría conocer tus opiniones y experiencia en el ámbito de la formación.
Te animo a escribirme, y si te ha gustado este artículo, no dudes en compartirlo a través de las diferentes redes sociales.
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