- Renuncia a sentirte culpable cuando piensas (o cuando crees que otros piensan) que te has comportado mal o cometido un error. Si tu comportamiento no ha sido el indicado o has cometido fallos, asume tu responsabilidad y toma las medidas oportunas, pero no te sientas culpable ni te desprecies y castigues.
- Renuncia a e criticarte, castigarte, despreciarte y reprocharte. Puedes cambiar tus comportamientos negativos más fácilmente si no te desprecias a ti mismo.
- Renuncia a compararte con otros y pensar que eres menos que ellos. Nadie es menos ni más que nadie, no existe una medida objetiva para juzgar eso.
- Renuncia a pensar que cometer un error te lleva al fracaso; para muchos los errores hacen parte del aprendizaje y se convierten en intento.
- Valórate y reconócete a ti mismo. Ábrete a recibir el reconocimiento y cariño de los demás. Revisa si eres una de esas personas alérgicas al cariño.
- Sé claro con lo que realmente quieres, atrévete a decir NO cuando lo que quieres es decir NO, y SÍ cuando así lo deseas.
- Aprende a pedir lo que quieres y necesitas. Es una de las pautas de cambio mental que más efecto tienen en el cambio personal.
- Proporciónate placer sin culpa. Dedícate tiempo, mímate. Ama tu cuerpo, reconócelo y admira su belleza.
- Regálate cosas que te gusten, que deseas, siente que realmente lo mereces. Date premios, recompénsate.
- Atrévete a expresar la verdad de lo que sientes en tus relaciones, respetuosa y responsablemente. Hace parte de aprender a usar todo el potencial de nuestra comunicación.
- Construye para ti una conciencia de éxito y bienestar, erradica la conciencia de fracaso.
- Sigue tu propia intuición, ten confianza en ti mismo. Escucha a tu niñ@ interior, estoy segura que él o ella tiene muchas respuestas para ti.
- Cultiva pensamientos de merecimiento. Nútrete física, mental, espiritual y emocionalmente.
- Alimenta tu cuerpo con lo que realmente necesita, aprende a escucharlo, a sentirlo y a descubrir lo que le sienta bien.