El viaje de ser mujer
Segunda parte. La integración
Las mujeres de este tiempo, de esta cultura, tenemos una búsqueda por realizar. Se trata de abrazar totalmente nuestra naturaleza femenina y masculina, de sanar nuestras heridas, integrando nuestras partes, aprendiendo a valorarnos y equilibrándonos como un ser total.
Siguiendo a Maureen Murdock y el Viaje de ser Mujer.
Al enumerar las etapas del viaje, hemos dicho que luego de un inicial alejamiento y rechazo de lo femenino (que se manifiesta también en un alejamiento y ruptura con la madre) nos sumergimos en el mundo masculino).
Luego de este descenso que puede manifestarse de muchas maneras (depresión, ansiedad, confusión, pánico) comenzamos poco a poco a curar la herida que nos ocasionó la separación de nuestro universo femenino.
A este proceso Murdock lo llama sanación de la herida Madre/Hija, aunque esto puede o no coincidir con una curación literal de la relación con nuestras madres. Esta curación se dará dentro de nosotras cuando comencemos a nutrirnos, a conectarnos con nuestra intuición, nuestra sexualidad, nuestra creatividad y nuestro sentido del humor.
Es importante también que podamos identificar y rescatar todo lo masculino que nos ha enriquecido para poder integrar ambos aspectos, lo femenino y lo masculino.
Maureen Murdock explica muy claramente esta integración:
“La heroína tiene que convertirse en una guerrera espiritual. Esto exige que aprenda el delicado arte del equilibrio y tenga la paciencia para permitir la lenta y sutil integración de los aspectos femenino y masculino de sí misma. Primeramente anhela perder su ser femenino y fundirse con lo masculino, y una vez que lo ha hecho, empieza a darse cuenta de que esto no es ni la respuesta ni el fin. No debe descartar ni renunciar a lo que ha aprendido a través de su búsqueda heroica, sino que debe aprender a ver lo que con tanto esfuerzo ha aprendido y logrado, no tanto como una meta, sino como una parte de todo el viaje. Entonces empezará a usar estas habilidades que ha aprendido para la obra más ingente de unir a los demás, en lugar de usarlo para su propio beneficio personal. Este es el matrimonio sagrado de lo femenino y lo masculino: cuando una mujer puede servir de verdad, no sólo a las necesidades de los otros, sino a la vez responder y valorar las suyas propias.”
Si bien este viaje es todo un desafío que puede parecernos peligroso, es la más maravillosa aventura que podamos emprender.
En los momentos difíciles o confusos deberemos recordar que ninguna heroína viaja sola. Contaremos con muchas aliadas en nuestro camino, para vencer obstáculos y compartir dones, para acompañarnos en los momentos de crisis y celebrar juntas cada uno de nuestros logros.
Habremos aprendido a generar nuestros propios espacios, creando círculos de mujeres donde seremos escuchadas y contenidas, donde podremos espejarnos en nuestras compañeras de ruta sin ser juzgadas ni rechazadas.
Seremos maestras unas de otras, en un crecimiento mutuo que nos enriquecerá como individuos, haciendo extensivo este bienestar a nuestros seres más próximos como así también a nuestra comunidad.
Juntas transitaremos este sendero de retorno hacia lo Femenino Sagrado: n_uestros mitos, nuestras diosas, los arquetipos que atesoran nuestra auténtica esencia de mujeres; todo aquello que nos llevará, paso a paso, hacia el centro de nosotras mismas_.
Artículo basado en la interpretación del libro de Maureen Murdock “Ser Mujer. Un viaje heroico”
Otros post relacionados
El viaje de la Mujer Heroína Primera parte
Ser mujer un viaje Heroico. Tercera parte.
Puede que estés empezando el viaje, que te encuentres a mitad de camino, que estés en momento de lucha, de cambio, de integración. Se cual sea el momento en que te encuentres, recuerda que no es necesario transitar el camino sola.
Espero que esta información te haya sido útil, y si quieres trabajar tus emociones y proceso, no dudes en ponerte en contacto.
Gracias por leerme y compartir.
Siguiente: Constelaciones familiares y Chamanismo
Anterior: Sanar la Ruptura madre - hija