¿El hombre nace o se hace?
Sí, la personalidad se hereda, pero también "se hace".
Al nacer, e incluso antes, ya desde la misma concepción, todo ser vivo cuenta con una carga genética que va a determinar rasgos fenotípicos de cómo será; esta carga genética se hereda de los padres: color de los ojos, color y tipo de pelo, la estatura, la nariz o la estructura músculo-esquelética , entre otros.
Sobre las aptitudes musicales, la sociabilidad, la creatividad o la elocuencia influyen mucho los genes, aunque se ha comprobado que la educación y las condiciones de vida también tienen un papel fundamental.
El “contagio” de los rasgos de la personalidad es algo innegable. El hogar, las relaciones y el ambiente familiares influyen de manera directa en la construcción de la personalidad en la infancia, en el proceso de maduración hacia uno u otro sentido.
Por ello, el impacto emocional de cómo se vive está etapa de nuestra vida, cobra vital importancia en los procesos de sanación emocional.
La personalidad también se hereda
Si el ambiente familiar se caracterizaba por el equilibrio, la confianza mutua, el respeto entre todos los miembros del grupo y la suficiente seguridad emocional, la personalidad del niño se moldeará de forma más armónica que si crece en un ambiente de celos, desavenencias, inseguridad económicas, emocionales o con los padres que parecen de bandos opuestos y están en guerra constante intentando cada uno tener la razón.
Igualmente, la posición del niño entre los hermanos, el colegio y la escolarización en general, la influencia de la comunidad y las normas culturales influyen de forma determinante en la construcción personalidad. En los sistemas familiares y sus dinámicas, no es lo mismo ser el primero que el último de los hijos, haber llegado después de un aborto, vivir de forma negativa la etapa escolar, las etiquetas que se viven en el cole (la nerd, el tonto, el burro, entre otros). Todos estos elementos tienen una influencia en la forma de ser, pensar y actuar.
¿Alguna vez te has visto reflejado en la cabezonería de tu papá?
¿Has visto cómo usas los mimos gestos que tú mamá?
De pronto, te das cuenta que aquello rasgos de papá o de mamá que tanto te molestaban, y que siempre has dicho que no quiero ser como él o ella, terminas repitiéndolos.
¿Te ha pasado?
Sobre el tema de rasgos de personalidad se ha escrito mucho, desde diversas perspectivas: genéticas, psico social, educativa y psicológicas; pero yo no ahondare en ello, lo que te propongo es un pequeño ejercicio para identificar el origen de un rasgo emocional que quieras cambiar, potenciar, regresar, cambiar, soltar.
Se trata de un ejercicio de liberación emocional desde una perspectiva holística.
Espero que lo disfrutes, compartas y comentes tu experiencia.
Espero que esta información te haya sido útil, y si quieres trabajar tus emociones, creencias, miedos y secretos.. Mejorar tu vida de pareja, bienestar y salud emocional, no dudes en ponerte en contacto.
Otros elementos en los que puedes profundizar:
Transgeneracional y trabajo Transgeneracional y proyecto sentido Transgeneracional y pareja Transgeneracional y constelaciones familiares Transgeneracional y códigos biológicos Transgeneracional y arbol genealogico Transgeneracional y homosexualidad Transgeneracional y emociones Transgeneracional y bioneuroemocion (síntomas) Transgeneracional y duelo Transgeneracional dinero y abundancia Transgeneracional y situaciones traumáticas Transgeneracional sobrepeso
Transgeneracional parto (duelos)
Transgeneracional no tener pareja
Siguiente: 10 efectos secundarios del Amor
Anterior: ¿Tus ciclos son regulares o irregulares?