¡Cuántas de nosotras hemos añorado palabras por parte de nuestras madres como las que Jesse Barnard escribió a su hija.
Tal vez, si nuestros padres no nos hubieran necesitado perfectas, nosotras NO necesitaríamos ser perfectas.
Desafortunadamente, incluso cuando los demás NO nos exigen la perfección, nosotras nos la exigimos.
Olvidamos que cuando nos viene el impulso de perfección, el único estándar que tenemos que alcanzar es el de ser nosotras mismas.
Siempre que establecemos modelos externos y abstractos y nos forzamos a seguirlos, nos destruimos a nosotras mismas.
Hacer lo mejor que puedo sin ansiedad
ni demasiado esfuerzo suena
a una buena y relajada manera de vivir
Anne Wilson Schaef
Imagen By Manisha Raju