Un post de Alejandra León
Así pues, siendo joven fui testigo del hecho de que el trabajo era fundamental, y que más bien servía para justificar un comportamiento inhumano.
May Sarton
La adicción al trabajo, como otras adicciones, es intergeneracional.
Muchas de nosotras la aprendimos de nuestros padres y madres en casa, y no podemos siquiera imaginar otra manera de ser en el mundo. El trabajo era lo fundamental antes que ninguna otra cosa en nuestros hogares y para nuestras familias. Sólo podíamos divertirnos cuando se había acabado el trabajo.
Sólo podíamos relajarnos y atender nuestras necesidades personales cuando habíamos acabado las tareas domésticas y la casa estaba en orden. Y cuando todo esto estaba hecho, ya estábamos demasiado cansadas para cualquier otra cosa. La limpieza estaba cercana a la bienaventuranza, y ésta parecía a veces estar muy lejos.
El trabajo siempre estaba vinculado a las necesidades de la vida, a salir adelante y al sueño americano, y estos ideales justificaban cualquier cosa, incluso la conducta inhumana y cruel en la familia.
Aprendimos nuestras lecciones muy bien, y ahora tenemos la oportunidad de romper la cadena intergeneracional de adicción al trabajo. Tenemos la oportunidad de ser diferentes. Tenemos otras oportunidades de elegir.
Texto : Meditación para mujeres que hacen demasiado
Te invito a reflexionar lo siguiente:
- Te cuesta poner límites: No te preocupa quedarte trabajando en tu hora de comida, cancelar citas o reuniones por continuar con los reportes. Eres la primera en llegar y la última en irte?
- ¿Has sustituido actividades como salir a caminar, salir con tu pareja, estar con tus amigas, ver tele, por estar trabajando?
- El trabajo es una escapatoria a otras realidades de tu vida?
Eres una mujer que siente constantes exigencia en el entorno. Aquí tienes algunos motivos
- Las presiones económicas familiares.
- El temor a perder el trabajo.
- La enorme competitividad que existe en el mercado laboral, en donde es más valorado el que lo deja todo por el trabajo, que el que cumple sólo con su horario.
- La fuerte necesidad de conseguir el éxito y el puesto deseado.
- El miedo a decir NO
- El temor a los jefes prepotentes, exigentes y que amenazan constantemente al trabajador con perder su empleo.
- La falta de organización, que permite la acumulación y sobresaturación del trabajo.
- El ambiente familiar problemático, casi es mejor qudarte en el trabajo que llegar a casa.
- La ambición excesiva por el poder, el dinero y el prestigio.
- La poca habilidad para establecer prioridades.
- La falta de afectos personales que se suplen con el trabajo.
- Notas que te cuesta delegar responsabilidades, que prefieres hacer las cosas por ti misma aunque no sean tu responsabilidad y te frustras por no poder controlarlo.
- Y una que resulta muy frecuente. Necesidad de reconocimiento. Que tu jefe te felicite y te diga que nadie más hace mejor trabajo que tú y por ello, te pide u ofrece el quedarte tiempo extra, doblar turnos y hacer mucho más para que note lo eficiente que eres, alimentando esa parte de tu niña que necesita ser reconocida y aceptada.
Son muchas las causas así como la forma en que se refleja dicho problema, lo ideal es siempre tener un equilibrio y detectar signos de alerta.
- El primer paso es poner nombre a aquello que estas intentando tapar.
- Luego, Tomar conciencia de para qué lo haces.
- Luego, empieza el camino de sanación para reconocer tus emociones y así mejorar tu autoestima.
Espero que esta información te haya sido útil.
Recuerda: Estas viviendo un proceso de cambio y necesitas una guía, una mano amiga que te ayude a mejorar tu vida de pareja, bienestar y salud emocional, no dudes en ponerte en contacto. Recuerda, puedes escuchar mis audios / postcast aqui
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