Ya han pasado las fiestas de navidad, fin de año y en este lugar del mundo, aún nos queda Reyes. Sin embrago, estoy segura que muchos de nosotros estamos trabajando en nuestros sueños, objetivos y deseos personales. Si aún no los has hecho, empieza ahora.
Pero cómo alcanzar nuestras metas y no morir en el intento. Aquí tienes 12 claves que pueden ayudarte.
1. ¿Cuál es mi estado actual?
Antes de marcarte cualquier objetivo, deberías hacerte siempre esta pregunta.
En todo proceso de desarrollo personal para alcanzar una meta es importante contar con una referencia desde la cual poder trazar una dirección a seguir y evaluar los avances que vas alcanzando más adelante.
2. ¿Qué es más importante para mí?
Muchas veces se nos olvida que todos tenemos unos valores y que estos valores pueden estar en contraposición con los objetivos que nos hemos marcado.
Por ejemplo, si quieres ganar más dinero y eso te implica trabajar doce horas al día, y para ti lo más importante en la vida es tu familia, seguramente entrarás en un conflicto interior.
Por ello es importante que antes de definir tus objetivos tengas muy clara la lista de tus valores personales como: amor, salud, amistad, sinceridad; ellos son la base de tu vida. Para mí son como los pilares de una casa.
Prepara una lista con al menos los diez valores más importantes para ti, puntúalos y ordénalos por prioridad.
3. ¿Qué es lo que deseo conseguir ?
Esta pregunta te hará reflexionar sobre las metas que deseas alcanzar, y hacia dónde has de dirigir tus pasos..
Tus objetivos han de estar expresados en forma positiva y específica. Has de definirlos en términos de lo que quieres, no de lo que no quieres. Ayuda mucho el concretar cuándo, dónde y con quién lo quieres, y cuándo, dónde y con quién no lo quieres.
Recuerda, tus objetivos deben estar alineados con tus principales valores, de lo contrario acabarás saboteándote a ti mismo. Ya que, para ti no hay nada más importante que tus valores.
Importante, céntrate en 2 o 3 objetivos importantes, más podrían hacerte perder fuerza y motivación.
4. ¿cómo sabré que lo he alcanzado?
Has de conocer cómo te darás cuenta que has alcanzado tus objetivos: qué verás, escucharás, te dirás o sentirás; qué percibirán los demás, etc.
Define las evidencias sensoriales de cómo sabrás que lo has alcanzado, te ayudará a concretar cuando has llegado definitivamente a tu meta.
5. ¿Depende sólo de mí?
Los objetivos que dependen únicamente de nuestros actos y decisiones estarán bajo nuestro control. Recuerda que hay objetivos que no dependen de nosotros al 100%.
Céntrate en objetivos que estén en tus manos, y sino, al menos redefine el objetivo en función de lo que tú puedes hacer.
6. ¿Con qué recursos cuento?
Elabora una lista de los recursos y herramientas con los que cuentas para alcanzar tus objetivos. Pueden ser recursos propios: tus conocimientos, constancia, motivación, perseverancia; o externos como familiares, amigos, redes, networking, etc.
Así, cuando necesites ayuda conocerás todas las herramientas de las que dispones.
7. ¿cuáles son mis limitaciones?
Haz una lista de aquello que puede limitarte para alcanzar tus objetivos. Pueden ser factores externos como dinero, coche, trabajo, amigos; o internos, como tus miedos o creencias limitantes. Una vez tengas presente esas limitaciones, hay que iniciar el plan de acción para menguarlas y trabajar en ellas.
8. Es ecológico.
A la hora de definir un objetivo si es ecológico para el entorno y para nosotros mismos. Ecológico en el sentido de cómo va a afectarte o beneficiarte a ti, a tú familia, trabajo, relaciones. Es decir, qué impacto tiene en mí y en los que me rodean.
9. ¿Qué beneficios obtengo de mantener mi situación?
Aunque parezca extraño, muchas veces mantenemos nuestro estado presente porque existe algún beneficio secundario. Por ejemplo una persona mayor puede preferir seguir enferma para recibir cariño que tratar de sanarse.
Por tanto pregúntate qué beneficios obtienes de tu situación actual, si perderás algo y si estás dispuesto a perderlo.
10. ¿Qué pasos voy a dar para alcanzar mis objetivos?
Está claro que si no ponemos de nuestra parte no vamos a lograr alcanzar nuestras metas, por tanto has de trazar un plan de acción.
Una buena forma es empezar con un calendario ha de ser lo más detallado posible, has de definir cada paso, cuándo lo vas a dar, dónde lo vas a realizar, con quién lo vas a realizar. De tal manera que te servirá de referencia como camino a seguir.
11. Momento de ponerlo en marcha
Pues ahora solo resta que te pongas en marcha, que realices los pasos que has planificado y que seas lo más fiel posible a tu plan de acción.
12. ¿Voy bien? Mejoras en mi plan de acción
Tu plan de acción es solo eso, un plan, en todo momento puedes cambiarlo si lo crees conveniente. La vida es una caja de sorpresas y te pone continuamente a prueba para que saques lo mejor de ti mismo.
Un recurso esencial que te puede ayudar en todo el camino es: al principio de todo el proceso cerrar los ojos e imaginarse como si ya hubieras conseguido tus objetivos. Visualizar es clave en este proceso. Vívelo con total intensidad, hazte consciente de lo que estás sintiendo, escuchando, viendo, oyendo. Guárdate esos recuerdos construidos, pues te servirán como refuerzo en esos momentos en los que te sientas bloqueado.
Recuerda: Si te centras en algo lo conseguirás. Los límites solo los pones tú.
Y tú ¿qué otros añadirías a la lista para alcanzar tus objetivos?
Si te te vienen a la cabeza más consejos y recomendaciones para alcanzar las metas personales, ¡compártelos!
Espero que esta información te haya sido útil.
Recuerda: Estas viviendo un proceso de cambio y necesitas una guía, una mano amiga que te ayude a mejorar tu vida, bienestar y salud emocional, no dudes en ponerte en contacto.
Gracias por leerme y compartir.
Basado en el texto de pixel factory
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