El número 40, simbólicamente, representa el "cambio", de un período a otro, los años de una generación a otra. En la tradición cristiana existen numerosas referencias a esta cifra: De hecho, en la antiquísima Ley Mosaica (o de Moisés), en la que posteriormente se basan muchas otras religiones modernas, son continuas las referencias que se hace al 40: los años en que Moisés vivió como pastor en Madián; los días en el que, también Moisés, permaneció en el Monte Sinaí antes de bajar (según las Sagradas Escrituras) con las tablas de los Diez Mandamientos; los años a los que los hebreos fueron castigados a vagar por el desierto; o los días (y noches) que Jesus pasó de ayuno en el desierto y vivió el episodio en el que fue tentado por el diablo (por citar unos pocos ejemplos).
Esta devoción religiosa por el número cuarenta también es la responsable de la duración del tiempo de Cuaresma (periodo comprendido entre el final del Carnaval e inicio de la Semana Santa).
Pero también el tiempo de cuarentenapara una mujer tras el parto proviene directamente de motivos religiosos y fue heredada dicha tradición desde la Ley Mosaica.
El hecho de acuñar con el término cuarentena a ese espacio de tiempo (a partir de la palabra ‘Quaranta giorni’ -cuarenta días-) proviene de la Edad Media, cuando hicieron aparición varios brotes epidémicos (como la ‘peste’) y los médicos de la época tuvieron que decidir aislar a los afectados para evitar que se contagiase el resto de la población (era muy común hacer pasar esa cuarentena a los barcos y pasajeros que llegaban de largos viajes transoceánicos).
En la rama de medicina Qi Gong (en español s Chi Kung) en numerosas ocasiones se aísla al enfermo de su ambiente habitual (familia, amigos, teléfono móvil, trabajo, noticias de su círculo más cercano, etc) durante al menos 40 días para crear las condiciones propicias y que pueda recuperar el equilibrio de energías que favorecerán su curación.
Y ustedes dirán, por que Alejandra León nos habla hoy de cuarentena, de 40 días.
La Cuaresma es el tiempo de transformación. Si bien es un tiempo marcado en el calendario romano, este tiempo tiene una energía especial que podemos aprovechar para hacer cambios y transformaciones en nuestra vida.
El color litúrgico de este tiempo es el morado, color vinculado directamente con la transmutación, que significa luto (Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al renacer).
En este tiempo. El universo, (El universo / Dios / tu ser superior) nos invita a cambiar de vida. Escuchando nuestro ser interior, nuestras necesidades, meditando, compartiendo con las personas que te rodean y creando paz y bienestar en tu espacio. Nos invita a vivir generar una serie de transformaciones de quelpo que nos estanca, nos bloquea, nos paraliza._
Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, vamos guardando penas, malestar, dolor, odio, el rencor, la envidia, los celos, etc y que vamos alojando en el cuerpo físico y emocional, creando un desequilibrio Importante. ¿Para qué sigues albergando estas emociones en tu ser?
40 días
En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.
¿Qué significa el número 40 en numerología?
El significado del número 40 en la numerología es la planificación y la toma de decisiones. Estos aspectos relacionados a cualquier tarea o aspecto de nuestras vidas. Es el número que representa la terminación positiva de los anhelos importantes y de los proyectos que se han estado desarrollando durante mucho tiempo.
El significado de este número augura un buen futuro, tanto para la persona como para sus ideas y planes.
Su raíz, el 4, nos indica que se tiene mucha disciplina y la capacidad para trabajar muy duro, así como para la organización de equipos de trabajo. Por otro lado, el 0 proporciona la estabilidad necesaria para tomar decisiones pensando en todos, de forma que los logros que se consigan sean mayores. El número 40 es llamado “El presentimiento”.
Significado del 40 con los Guías y Ángeles Guardianes
El número 40 se compone de los atributos del número 4 y el número 0. El número 4 resuena con las vibraciones del sistema y el orden, el trabajo duro y la determinación, la construcción de bases sólidas, el logro del éxito y la honestidad y la integridad.
El número 4 también se relaciona con nuestra pasión y conducción en la vida y se relaciona con las energías de los Arcángeles. El número 0 lleva las energías de la eternidad y el infinito, la integridad, los ciclos continuos y el flujo, y el punto de partida.
El número 0 significa potencial y/o elección, y se considera que representa el comienzo de un viaje espiritual y sugiere que escuches tu intuición y tu ser superior, ya que aquí es donde encontrarás todas tus respuestas.
40 es un mensaje de los ángeles para mantener la gran obra que has estado haciendo. El arduo trabajo en el que has estado trabajando, de por vida después de toda la vida, te ha llevado a dónde estás hoy; vivir y servir a su propósito divino de la vida y la misión del alma con pasión, confianza y entusiasmo. Estás rodeado y amado por los ángeles, arcángeles y Maestros ascendidos y te están enviando energías positivas y ayudándote a lo largo de tu camino.
El número40 también se refiere al número 4 (4+0-4) y al número de ángel 4.
Deseo interior con el número 40
- Conecta con tu ser
- Intensificar la escucha y la meditación
- Observa tus dolores emocionales. ¿Cuáles son y qué quieres hacer con ellos?
- Con quién necesitas reconciliarte?
- Reconciliación y la Eucaristía, lo mismo la práctica del ayuno, según las posibilidades de cada uno.
- No se trata tanto de crear ocasiones extraordinarias, sino más bien, de saber vivir en el presente, aquí y ahora con esta visión de transformación, transmutación, cambio (muerte y vida). De aceptar con humildad y compasión nuestros fallos, carencias, miedos.
Mensajes que nos evoca el número 40
1. Conócete
A la hora de empezar de nuevo, el primer paso es conocerse a uno mismo. Saber cuáles son tus deseos, cuáles son las cualidades que posees y cuál es la dirección que quiere seguir. El primer paso para el cambio es la autor reflexión y el autoconocimiento.
2. Encuentra un propósito en tu vida
El autoconocimiento es clave para poder averiguar cuál es el propósito que uno tiene en la vida.Tener un objetivo vital es clave porque nos mantiene motivados: es la fuerza que nos ayuda a movernos y que vertebra nuestro día a diá. Ahora bien, cambiar no solamente consiste en visualizar el propósito, sino en disfrutar del camino mientras se persigue.
3. Hazlo por ti
Para hacer lo anterior de manera eficaz es necesario conectar con uno mismo, por eso es tan útil conocerse a fondo. Porque muchas veces pensamos que queremos cambiar, pero es la opinión de los demás la que nos influye de tal manera que creemos que aquello que nos imponen es lo que nosotros queremos. Las metas a perseguir deben ser genuinas, si no, será difícil cambiar.
4. Ábrete al cambio
El punto anterior nos lleva a tomar la decisión de cambiar, y por tanto, es necesario tener una buena dosis de voluntad. Abrirse al cambio significa estar dispuestos a transformarnos y a perseguir las metas a través de una cierta cantidad de esfuerzo.
5. Planifica el cambio
Una vez que tengamos claras nuestras ganas de querer cambiar y sepamos qué es lo que queremos cambiar, es necesario planificar el cambio. Si es posible incluso tenerlo apuntado en papel, pues es más fácil de visualizar y permite hacer un menor esfuerzo a la hora de traerlo a la mente cuando lo necesitemos. Hay que ir fijando pequeños sub-objetivos y ponerles fecha.
6. Pero… ponte objetivos a corto plazo
No vale solamente ponerse metas a largo plazo, sino que necesitamos tener en cuenta las metas a corto plazo también, pues es la única manera de que estemos motivados durante el proceso de cambio y de que no nos olvidemos de nuestro compromiso.
7. Acepta la incertidumbre
Y es que salir de la zona de confort puede provocar cierto grado de ansiedad, en gran medida por el miedo a la incertidumbre. No saber qué nos espera al cambiar puede producir temor si no tenemos suficiente confianza en nosotros mismos o si visualizamos únicamente las consecuencias negativas de la transformación.
8. Sé consciente de que pueden darse altibajos
Aceptar que podemos fallar también es positivo. Eso no quiere decir que debamos rendirnos si las cosas no salen como deseamos, sino que debemos estar preparados para superarnos y levantarnos lo antes posible después de una caída.
9. Acéptate como eres
El cambio es un proceso individual: eres tú quien dice "quiero cambiar mi vida", no otra persona sujeta a un contexto muy distinto al tuyo. Por eso no debes compararte con los demás, sino seguir fiel a ti y a tus deseos y luchar con todas tus fuerzas.
10. Saber filtrar lo que entra en tu ser
Tampoco debes hacer caso a todas las opiniones de los demás, porque algunas personas suelen proyectar sus propios miedos sobre ti. Si alguien no tiene la voluntad de cambiar, es probable que tampoco crea que tú puedas hacerlo.
11. Lo esencial es el camino, no el resultado
Para seguir automotivado durante el proceso de cambio es importante que visualices la recompensa o las consecuencias positivas de lograr el cambio. Sin embargo, conviene no olvidar que el proceso de transformación es en sí mismo un gran premio.
12. Acepta
También es importante que no seas muy duro contigo y aceptes que las cosas pueden no salir tal y como lo planeaste. Eso sí, puedes rectificar y aprender de los fracasos. Si tú no tienes empatía contigo, ¿quién la tendrá?
13. Principio de realidad
Los objetivos y las metas que nos proponemos siempre deben ser realistas, de lo contrario, podemos encontrarnos con falsas expectativas que pueden entrometerse en el proceso de cambio y llevar a la frustración, la cual no solo es desagradable sino que te quita las ganas de esforzarte.
14. Trabaja en tus creencias limitantes
Las creencias limitantes son aquellos pensamientos que no nos dejan cambiar y que interfieren en nuestro crecimiento.
15. Asume tu resposabilidad
Responsabilizarse significa empoderarse frente al cambio. Es la habilidad de dar respuesta a los eventos que ocurren a nuestro alrededor con la suficiente capacidad de autoliderazgo, lo que permite superar las adversidades. Debes tener claro que tú eres la persona responsable de tus decisiones.
16. Abandona el victimismo
Lo contrario de responsabilizarse frente al cambio es hacerse la víctima. Mientras la responsabilidad es acción, el victimismo es paralizante.
17. Busca ayuda
Acepta la ayuda de los demás si crees que esas ganas de echarte una mano son genuinas. Si entre tus amigos o familiares no hay nadie capaz de ayudarte en ciertas cosas, puedes considerar la opción buscar un buen psicólogo, tearpeuta,
18. No pierdas de vista el presente
Mantener los pies en el suelo es vital para llevar a cabo el proceso de cambio, por eso es importante estar en el aquí y el ahora, conectado con uno mismo. Está bien tener en mente el cambio, pero para conseguir cambiar hay que trabajar diariamente y no olvidarse de donde uno se encuentra en el día a día.
19. Aprovecha el camino para aprender
Cuando las cosas no salen como una planea es necesario aprender de la experiencia y retomar el rumbo de nuevo, es decir, volver a engancharse al cambio. Las personas exitosas son aquellas que aprenden de los fracasos y se levantan una y otra vez después de caerse.
20. Practica el desapego
El desapego, entendido como la liberación emocional, es clave para el proceso de cambio. Esto no significa deshacerse de las personas importantes de nuestra vida, sino que nos ayuda a visualizar las cosas desde una perspectiva mucho más realista y menos emocional.
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