Ayer en la tarde, tras un día de trabajo, me senté a ver una película que me han recomendado en relación a la sanación con los ancestros y el transgeneracional. Se trata de la Película Amama del Dirección: Asier Altuna.
Ambientada en un caserío del País Vasco, Amama retrata a través de la historia familiar el enfrentamiento entre padre (Tomás) e hija (Amaia) la abrupta transición entre el mundo rural y la ciudad, lo visceral y lo intelectual, entre el silencio y las acciones.
En la familia de Amama tienen la costumbre de plantar un árbol cada vez que nace un nuevo miembro, y la Amama (abuela) pinta de tres colores diferentes los árboles de sus tres nietos, algo que determina y condiciona el sentido de cada uno de los hijos a lo largo de la vida: R_ojo para el heredero, blanco para el vago y negro para el rebelde._
La película nos permiten ir más allá del relato de una diferencia generaciaonales y los roces de la familia, para reflexionar sobre la profundidad de los cambio de paradigma, el rol de las mujeres, la comunicación y lo transgeneracional.
Amama es una invitación a encontrar la manera de asumir y convivir con lo que hemos sido al mismo tiempo que continuamos nuestro camino hacia delante, para así conservar el nexo entre pasado y presente, reconociendo lo que fue, los que vinieron antes.
Se trata de continuar avanzando en la vida, la tuya, la misa,; recordando que cuando dejemos el pasado atrás, no está de más mirar por el retrovisor el camino andado, para nunca perder la perspectiva de nuestras raíces, aquellas que nos han empujado a emprender el viaje que nos trajo a donde estamos ahora.
¿Ya has visto la película?, si aún no lo has hecho te propongo verla y comentarla aquí abajo.
¿De qué color pintarón tu árbol al nacer?
Gracias por leerme y compartir
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