Alejandra León

Aprender a despedirse, acompañar en la muerte

Aprender a despedirse, acompañar en la muerte

Acompañar en el lecho de muerte, en la última etapa de la vida supone aprender  el arte de decir adiós. Hay personas que no saben despedirse, otras niegan las despedidas, otras viven un caos emocional que no saben muy bien cómo gestionar lo que allí ocurre. Aparecen los miedos, las culpas y en ocasiones  sensaciones y experiencia negativa, con reacciones inesperadas.

Aprender a despedirse, decir adiós, soltar

No hay un manual estándar para todos, pues cada uno vivimos y necesitamos cosas diferentes. Sin embargo, hay elementos que pueden ayudar  a hacer el proceso de despedida más ligero, y sin duda, es parte del papel de quien acompaña a cerrar, a hacer la despedida, a la muerte.

Aprender a despedirse, puede  empezar  como  viaje  a hacer  memoria del pasado, develando el significado de la relación, lo que se ha construido y el mensaje  o mensajes que cada uno de los que viven la despedida, tienen para darse.

Aprender a despedirse, conlleva pequeñas paradas en el viaje, en las que es necesario y sumamente sano expresar los sentimientos, aprender a nombrarlos abiertamente, y desde el lugar de la escucha, el silencio y el ESTAR,  crear la  posibilidad de drenar emocionalmente y liberarse  de una parte del dolor  que implica la separación.

Aprender a despedirse es encontrar un sentido y un significado a la propia vida o a lo vivido. Como en todo viaje, hay experiencia  y  acontecimientos significativos que dejan huella, que son invaluables, incalculables. ¿Qué  ha sido  más importante para esa persona? ¿Qué  ha sido  más importante para ti?, ¿Qué  ha sido  más importante de la relación?.

Aprender a despedirse es Resolver duelos pasados. Es difícil irse o dejar ir si hay cosas sin resolver. Aprender a despedirse significa no sólo  ser capaces de verbalizar, el significado de la relación, (lo que hubo entre tú y yo), en este espacio, muchas veces aparece la necesidad de elaborar el perdón, más allá de miradas religiosas, se trata de un momento de reconciliación entre dos almas. Así, quien se va, asegura  de  que seguirá  de un modo  en el corazón del que queda, y el que se queda, vive la experiencia de liberación, de paz, de libertad.  Ponerlo en palabras, se queda corto, frente a lo que la persona experimenta, y a lo que he visto que ocurre en el espacio del Perdón.

**Aprender a despedirse e**s mirara con amor “el vínculo que hubo entre tú y yo”, y lo que ocurre con el que se queda en el momento que el otros e va.

Aprender a despedirse es  facilitar el espacio para que la persona entable un diálogo con su propio corazón, sus necesidades,  que pueda abrirse a lo que ha estado cerrada hasta ahora.

Aprender a despedirse  es una forma de  Cuidado emocional que requiere un mimo de, atención;  limpieza y drenaje de emociones, hidratación  para suavizar aquello que se está viviendo, alimento para el alma, para no desfallecer en el dolor. etc.

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Espero que esta información te haya sido útil, y si quieres trabajar tu proceso de duelo, cierre, despedida, no dudes en ponerte en contacto.

Gracias por leerme y compartir.

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