Interesante reflexión cuando estamos hablando de amor, pareja y familia. De allí la importancia de reconocer de dónde venimos, la familia de nuestra pareja, nuestra propia familia y nuestros nuevos acuerdos.
Casarse también con la familia del cónyuge "Cuando una pareja se encuentra, los compañeros, en un principio suelen tener ciertas dificultades. Frecuentemente estos problemas se deben a que cada uno de ellos viene de una familia diferente ^....] Para que una relación de pareja se logre, cada uno de los compañeros tiene abandonar a su familia. Y esto no sólo en un sentido ex-terno, sino que cada uno tiene que dejar algunos principios que en su familia eran válidos, para negociar con su pareja principios nuevos que de alguna manera reconozcan los valores de ambas partes. En este nivel nuevo, la pareja puede vivir una relación entrañable. Algunos dicen: «Mi familia está bien, pero la de mi pareja es mala.» Una frase así es veneno para la relación de pareja. Quien se casa con su pareja, también tiene que casarse con la familia del otro. Eso significa que tiene que respetar y amar a la familia de su compañero, como si fuera su compañero mismo. Sólo así, este amor puede lograrse"
Berth Hellinger
¿Sientes que en tu pareja niega o rechaza a tu familia?
¿Aceptas a la familia de tu pareja?
¿Conoces la historía familiar y afectiva de tu pareja?
¿ Temes perder o haber perdido la pertenencia a tus familias de origen?
Si estas preguntas tienen una repuesta afirmativa, es el momento de reflexionar sobre los acuerdos de la pareja, sus bases y la historía que cada uno aporta a la nueva relación.
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