En algún momento de nuestra vida nos enfrentamos a la dolorosa experiencia que representa perder a un ser querido, una mascota, un empleo o un objeto de valor afectivo. Es inevitable, ante estas situaciones, atravesar un proceso de duelo.
El duelo es un proceso psicológico normal y lo vivimos cuando enfrentamos una pérdida. Se caracteriza por un sentimiento de angustia intensa y dolor incuestionable. Suele ser un proceso confuso, pese a ser un proceso que vivimos a diario, con frecuencia las personas no están preparadas para enfrentar los sentimientos que lo acompañan.
Vivir el duelo incorrectamente puede ocasionar problemas físicos, emocionales, espirituales. Cuando tratamos de ignorar o demorar el duelo, este encuentra un camino para hacerse conocer. No se evaporará si lo ignoramos.
Solo sanamos de un dolor cuando lo padecemos plenamente Marcel Proust.
Date permiso para estar en duelo Date permiso para estar mal, necesitado, vulnerable… Puedes pensar que es mejor no sentir el dolor, o evitarlo con distracciones y ocupaciones pero, al final, el dolor saldrá a la superficie. El momento de dolerte es ahora. Acepta el hecho de que estarás menos atento e interesado por tus ocupaciones habituales o por tus amistades durante un tiempo, que tu vida va a ser diferente, que tendrás que cambiar algunas costumbres…
Deja sentir dentro de ti el dolor Permanece abierto al dolor de tu corazón. Siente y expresa las emociones que surjan, no las pares. No te hagas el fuerte, no te guardes todo para ti, y con el tiempo, el dolor irá disminuyendo. Sentir y expresar el dolor, la tristeza, la rabia, el miedo… por la muerte de tu ser amado, es parte del camino que tienes que recorrer.
Date tiempo para sanar El duelo por la pérdida de una persona muy importante suele durar entre 1 y 3 años. No te hagas pues expectativas mágicas. Estate preparado para las RECAÍDAS. Hoy puedes estar bien y un suceso inesperado, una visita, el aniversario, las Navidades te hacen sentir que estás como al principio, que vas para atrás, y no es así. El momento más difícil puede presentarse alrededor de los 6 meses del fallecimiento, cuando los demás comienzan a pensar que ya tienes que haberte recuperado.
Sé paciente contigo mismo/a Aunque las emociones que estas viviendo pueden ser muy intensas y necesitar mucha energía, son PASAJERAS. Procura vivir el momento presente, por duro que sea. Se amable contigo mismo/a. Recuerda que el peor enemigo en el duelo es no quererse.
No temas volverte loco/a Puedes vivir sentimientos intensos de tristeza, rabia, culpa, confusión o abatimiento, deseos de morir… Son reacciones habituales y normales después de la muerte de un ser querido.
Aplaza las decisiones importantes Decisiones como vender la casa, dejar el trabajo, marcharte a otro lugar…, es preferible dejarlas para más adelante. Seguramente, ahora no puedes pensar con suficiente claridad, y podrías más tarde lamentarlo. No suele ser tampoco conveniente iniciar una nueva relación afectiva (nueva pareja, otro embarazo…) mientras no hayas resuelto adecuadamente la pérdida.
No descuides tu salud Pasados los primeros días puede resultarte muy útil que te hagas un horario (hora de levantarte, comidas, hora de acostarte…) y lo sigas. Aliméntate bien y cuida tu cuerpo. No abuses del tabaco, alcohol, tranquilizantes… Durante el proceso de duelo somos más suceptibles de sufrir enfermedades. Si padeces alguna enfermedad crónica no abandones los cuidados habituales ni los tratamientos con la escusa de que te da igual lo que te pase…
No te automediques Si para ayudarte en estos momentos tienes que tomar algún medicamento, que sea siempre a criterio de un médico y nunca por los consejos de familiares, amigos y vecinos bien intencionados. Recuerda que tomar medicamentos para “no sentir” pueden contribuir a cronificar el duelo.
Busca y acepta el apoyo de los otros Sigue conectado con los otros. Necesitas su presencia, su apoyo, su preocupación, su atención… Dale la oportunidad a tus amigos y seres queridos de estar a tu lado. Piensa que pueden querer ayudarte, pero no saben la manera de hacerlo. Pueden temer ser entrometidos o hacerte daño si te recuerdan tu pérdida. No te quedes esperando su ayuda y pídeles lo que necesitas.
Procura ser paciente con los demás Ignora los intentos de algunas personas de decirte cómo debes sentirte y por cuanto tiempo. Sentirás que algunas personas no comprenden lo que estas viviendo. Intentarán hacer que te olvides de tu dolor, comprende que lo hacen para no verte triste. Piensa que quieren ayudarte, pero que no saben como hacerlo. Busca personas de confianza que te permitan “estar mal” y desahogarte sin miedo cuando lo necesites.
Date permiso para descansar, disfrutar y divertirte Date permiso para sentirte bien, reír con los amigos, hacer bromas… Tienes perfecto derecho y además puede ser de gran ayuda que busques, sin forzar tu propio ritmo, momentos para disfrutar. Recuerda que tu ser querido querría solo lo mejor para ti y que los “malos momentos”, vendrán por si solos.
Confía en tus propios recursos para salir adelante Recuerda como pudiste resolver otras situaciones difíciles de tu vida. Repítete a menudo: “algún día encontraré mi serenidad”.
¿Cómo puedo acompañarte a superar el duelo?
¿Cómo puedo acompañarte en tu viaje de Sanación ?
El acompañamiento inicia con una sesión en la que tendremos una entrevista en profundidad para conocer tu historia y hacer tu mapa emocional. Ello me permitirá conocer y orientar el proceso de acompañamiento.
A partir de esta primera sesión, ya tendremos un mapa general y te propondré un “Plan de viaje de Sanación Emocional”. Recuerda que en él utilizo todos mis recursos: Psicología Transpersonal, Terapia Holística, Terapias Energéticas, Sanación con ancestros, Sanación femenina, Arquetipos, Energy Healling, Sanación Intuitiva, Coaching, Biodescodificación Biológica (Bioneuroemoción), Counselling, entre otros. Logrando de una forma amorosa, acompañarte a sanar tu proceso, desenvolver la madeja y entre-tejer una nueva historia en tu vida.
Durante el proceso nos veremos periódicamente para hacer un seguimiento y apoyo personalizado. El número de visitas puede cambiar y se adapta a cada persona.
Si buscas Terapia Holística, puedes ver las alternativas de sesiones presenciales.
Pero si por tiempo, comodidad, o lo necesitas así, te ofrezco la alternativa de sesiones On- Line.
El número de sesiones las decides tú, en función de lo que necesites y cómo vayas.