La evitación del dolor es un aspecto importante para la persona que está en duelo.
¿Qué es la evitación del dolor en el duelo y cómo afecta a las personas que están en proceso de duelo?
Evitar se define en términos generales como, "Mantenerse alejado o evitar hacer (algo)". A primera vista, esto no parece ser un concepto complicado. Probablemente todos los días evitamos algo consciente o inconscientemente, ¡yo sí que lo hago!
La evitación del dolor en el duelo es un mecanismo de afrontamiento que algunas personas utilizan para evitar enfrentar la intensidad emocional que surge tras la pérdida de un ser querido. Es una reacción natural frente a la tristeza y el sufrimiento que puede acompañar al proceso de duelo.
Cuando alguien evita el dolor en el duelo, tiende a reprimir o negar sus emociones, buscando maneras de distraerse o evitar cualquier situación que le recuerde a la persona fallecida.
Cuando alguien evita el dolor en el duelo, tiende a reprimir o negar sus emociones, buscando maneras de distraerse o evitar cualquier situación que le recuerde a la persona fallecida. Algunas formas comunes de evitación del dolor en el duelo incluyen:
**Diferentes formas de evitación del dolor en el duelo:
negación, distracción, aislamiento, entre otras
Cuando alguien evita el dolor en el duelo, tiende a reprimir o negar sus emociones, buscando maneras de distraerse o evitar cualquier situación que le recuerde a la persona fallecida. Algunas formas comunes de evitación del dolor en el duelo incluyen:
Negación: La persona se niega a aceptar la realidad de la pérdida y puede actuar como si la persona fallecida aún estuviera presente.
Aislamiento: Se evita el contacto con otras personas y se buscan formas de aislarse para no enfrentar la tristeza o el apoyo de otros.
Distracción: La persona se sumerge en actividades y ocupaciones constantes para no tener tiempo para procesar sus emociones.
Evitar hablar sobre la pérdida: Se evitan las conversaciones relacionadas con el fallecimiento o la persona perdida para evitar la tristeza y el dolor.
Uso excesivo de sustancias: Algunas personas recurren al abuso de alcohol, drogas o medicamentos para adormecer sus emociones y evitar el dolor.
La evitación del dolor en el duelo puede tener efectos negativos en el proceso de sanación y adaptación a la pérdida. Aunque inicialmente pueda parecer una forma de protegerse del dolor abrumador, a largo plazo puede conducir a problemas emocionales y físicos más graves, como depresión, ansiedad, aislamiento social, problemas de sueño y dificultades en las relaciones.
Al evitar el dolor, la persona se priva de la oportunidad de procesar sus emociones, lo cual es esencial para afrontar el duelo de manera saludable. El duelo es un proceso natural y necesario para ajustarse a la pérdida, y suprimir las emociones puede prolongar la tristeza y dificultar la capacidad de encontrar significado y seguir adelante.
Es importante recordar que no existe un camino único o "correcto" para enfrentar el duelo, y cada persona lo experimenta de manera diferente. Sin embargo, buscar apoyo emocional, hablar sobre los sentimientos y permitirse sentir y expresar el dolor de manera adecuada puede facilitar el proceso de duelo y la recuperación emocional. Si alguien está lidiando con la evitación del dolor en el duelo, buscar el apoyo de amigos, familiares o profesionales de la salud mental puede ser de gran ayuda en su proceso de sanación.
La importancia de permitirnos sentir el dolor y la tristeza para avanzar en el duelo de manera saludable.
La evitación del dolor en el duelo puede parecer una estrategia inicial para protegerse de la intensidad emocional que surge después de la pérdida de un ser querido. Sin embargo, este enfoque puede tener consecuencias negativas en el proceso de duelo y en la salud emocional y mental del individuo. Algunos de los riesgos más destacados son:
Estancamiento emocional: Al evitar el dolor, se pueden reprimir las emociones relacionadas con la pérdida, lo que lleva a un estancamiento emocional. Las emociones no procesadas quedan atrapadas y pueden manifestarse de manera inesperada en el futuro, dificultando el avance en el proceso de duelo.
Acumulación del dolor: La evitación del dolor puede llevar a la acumulación de emociones no expresadas. Con el tiempo, esta acumulación puede volverse abrumadora y dificultar aún más el proceso de sanación.
Bloqueo de la sanación: Al evitar el dolor, se impide el proceso natural de sanación y adaptación a la pérdida. El duelo es un proceso necesario para encontrar significado y seguir adelante, y evitar el dolor puede prolongar este proceso.
Deterioro de la salud mental: La represión constante de emociones puede dar lugar a problemas de salud mental, como depresión, ansiedad y estrés crónico. Estos problemas pueden afectar la calidad de vida del doliente y dificultar su capacidad para funcionar adecuadamente en su vida cotidiana.
- Aislamiento social: La evitación del dolor puede llevar al aislamiento social, ya que el individuo puede evitar situaciones o personas que puedan recordarle la pérdida. Esto puede afectar negativamente las relaciones interpersonales y el apoyo emocional necesario durante el duelo.
En el enfoque de la sanación holística, es esencial abordar el duelo de manera integral, considerando la mente, el cuerpo y el espíritu. En lugar de evitar el dolor, se fomenta la expresión saludable de las emociones y la búsqueda de mecanismos de afrontamiento que promuevan la sanación.
Algunas estrategias para afrontar y sobrellevar el dolor en el duelo sin recurrir a la evitación.
Aceptación consciente de las emociones: Permítete sentir y experimentar todas las emociones que surgen durante el duelo, incluso las difíciles y dolorosas. La aceptación consciente implica observar las emociones sin juzgarlas y sin intentar suprimirlas.
Práctica de la atención plena (mindfulness): La atención plena es una técnica que te permite estar presente en el momento presente sin juicios. Al practicar la atención plena, puedes observar tus emociones y pensamientos sin reaccionar impulsivamente a ellos.
Expresión creativa: Encuentra una forma de expresar tus emociones de manera creativa, como a través de la escritura, el arte, la música o la danza. La creatividad puede ser una poderosa herramienta para liberar y canalizar el dolor emocional.
Comunicación y apoyo: Busca el apoyo de amigos, familiares o grupos de duelo que entiendan y puedan acompañarte en tu proceso. Compartir tus sentimientos con otros puede ser sanador y reconfortante.
Terapia de duelo: Considera la posibilidad de recibir terapia con un profesional especializado en duelo y sanación holística. Un terapeuta puede brindar un espacio seguro para explorar tus emociones y ayudarte a encontrar formas saludables de afrontar el dolor.
Conexión con la naturaleza: Pasa tiempo al aire libre y conecta con la naturaleza. La naturaleza tiene una capacidad sanadora y puede ayudarte a encontrar tranquilidad y consuelo.
Práctica de técnicas de relajación: Incorpora técnicas de relajación, como la meditación, la respiración profunda o el yoga, para reducir el estrés y la ansiedad asociados al duelo.
Ritual de despedida: Crea un ritual o ceremonia personal para honrar y despedir a la persona fallecida. Esto puede ser un acto significativo para comenzar el proceso de sanación.
Cuidado personal: Prioriza el autocuidado y atiende tus necesidades físicas, emocionales y espirituales durante el proceso de duelo.
- Enfoque en el presente y el futuro: Aunque es importante honrar la pérdida, también es necesario enfocarse en el presente y el futuro. Establece metas pequeñas y realistas para avanzar en tu vida.
Ahora te pido que te tomes un minuto para pensar en este ejemplo e identificar lo que crees que estoy evitando. ¿Estoy evitando personas y lugares? Técnicamente sí, pero ¿por qué? Las verdaderas razones por las que nos mantenemos alejado de estas personas o lugares específicos provienen del deseo de evitar las experiencias y sentimientos desagradables que se asocia a cada una de ellas, según tu propia historia y experiencia: así, siguiendo el ejemplo evito el tráfico, el humo, lo tóxico, no encontrar parking, el dolor, los encuentros incómodos y las enfermedades.
Cuando hablamos de evitar en lo que respecta al dolor, generalmente nos referimos a la evitación de la experiencia. Es un intento de bloquear, reducir o cambiar pensamientos, emociones o sensaciones corporales desagradables. Estas son experiencias internas que se perciben como dolorosas o amenazantes. Pueden incluir emociones vinculadas con el miedo a perder el control, sentirse avergonzado, no saber manejar la situación, ser víctima físicamente de algo; así como de sentimientos que incluyen vergüenza, culpa, desesperanza, falta de sentido, separación, aislamiento, etc.
Teniendo en cuenta lo anterior "Percibir qué es doloroso o amenazante", es algo personal, a menudo subjetivos. Lo que se percibe como amenazante para una persona puede parecer totalmente irracional para otra. Recuerda que todo esto tiene que ver con la historia personal, el significado que cada uno da a la experiencia y el impacto que dicha experiencia ha tenido en nuestra vida.
¿Por qué en el duelo entramos en evitación?
La persona en duelo usualmente debe transitar por un montón de recuerdos (algunos traumáticos), emociones dolorosas, problemas logísticos, pérdidas secundarias, etc. Al principio, uno podría sentirse encadenado por el peso del dolor que todo lo consume, pero con el tiempo vienen períodos de semi-normalidad divididos por oleadas de dolor.
El inicio de una ola de dolor a veces es predecible, pero a menudo no, y cada nueva ola trae consigo un mar de pensamientos, recordatorios, sensaciones y recuerdos desagradables. Para muchas personas, el dolor del duelo saca a la luz la experiencia del sentir por primera vez emociones de tal magnitud e intensidad (nunca había sentido esto así) y, en respuesta, pueden aparecer reacciones físicas, conductuales y emocionales con las que no se sienten cómodos (no saber cómo reaccionar ante la nueva emoción y experiencia. Esto puede ser particularmente cierto para aquellas personas que aún no han desarrollado habilidades de afrontamiento o bien que su bases de vinculo se encuentran descolocadas.
Aunque el duelo siempre es desagradable e incómodo, en algunas personas hay aspectos que parecen muy amenazantes y estas percepciones (subjetiva) conllevan a intentos de control o evitación tanto de sentimientos como de reacciones
Algunos ejemplos:
- Evito la calle donde mi esposa tuvo su accidente porque me da vergüenza ponerme allí a llorar y no saber qué hacer.
- Evito ir a la iglesia porque la música me recuerden a mí ser querido y me emocione en público.
- Evito el hospital porque el olor me desencadenarán recuerdos abrumadores y me preocupa entrar en pánico.
- Evito llorar, mi familia debe verme fuerte.
- Evito las emociones, perder el control o volverme loco.
- Evito dormir por la noche porque tengo miedo a las pesadillas.
- Evito limpiar las cosas de su habitación, o deshacerme de porque temo perder mi conexión con él y que desaparezca para siempre.
- Evito ver sus fotos, recuerdos porque me duele demasiado.
- Evito hablar del tema,
- Evito porque me siento responsable.
Algunas manifestaciones de la evitación
- Uso de sustancias
- Llenarse de trabajo, actividades, ocuparse al 100%.
- Mantenerse ocupado siempre
- Aislamiento o retirada
- Evitar personas, lugares y actividades por miedo a que se desencadene el dolor.
- Evitar o negar sentimientos y emociones.
- Falta de emoción y actuar como si todo estuviera bien
El papel de la empatía en el dolor del duelo
Desde una perspectiva holística en el duelo, la empatía y la comprensión son como bálsamos sanadores que nutren el alma y el corazón de quienes atraviesan este proceso.
La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro, comprender sus emociones y experiencias desde su perspectiva única. Cuando alguien está en duelo, la empatía nos permite conectarnos con sus sentimientos y mostrar una verdadera comprensión de su dolor. En lugar de ofrecer soluciones o frases vacías, la empatía nos invita a escuchar activamente, sin juicio, y brindar apoyo incondicional.
Para ser empáticos en el duelo, es crucial adoptar una actitud de escucha compasiva. Permitir que la persona en duelo se exprese libremente sin interrupciones ni juicios crea un espacio seguro para que procesen sus emociones. Además, podemos validar sus sentimientos, reconociendo que es normal y natural sentir dolor, tristeza y confusión en momentos de pérdida.
La comprensión también desempeña un papel fundamental en el apoyo en el duelo. A través de la comprensión, reconocemos la complejidad del proceso de duelo y respetamos que cada individuo lo experimenta de manera única. La comprensión nos lleva a ser pacientes y respetuosos con los diferentes ritmos y expresiones de dolor, sin presionar a la persona a "superarlo" rápidamente.
Desde una perspectiva holística, la empatía y la comprensión no solo se dirigen a las emociones, sino que también abarcan el aspecto espiritual y físico del dolor del duelo. Comprender que el proceso de sanación es multifacético y que puede afectar diferentes áreas de la vida de la persona en duelo nos permite brindar un apoyo integral.
La empatía y la comprensión también juegan un papel esencial en la construcción de una comunidad de apoyo en el duelo. Al conectarnos a un nivel emocional con quienes están atravesando el dolor, creamos una red de apoyo que promueve la sanación colectiva y el compartir de experiencias.
¿Cuándo es útil la evitación?
La evitación puede ser útil, especialmente cuando se trata de un tan doloroso y duradero como el duelo por la muerte de un ser querido. Durante los primeros días después de una muerte, los sentimientos de dolor pueden ser abrumadores; sin embrago hay una parte de respuesta a los ritual y la tradiciones, planificar el funeral, los temas administrativos, atar cabos sueltos y el encuentro con familiares y amigos. A menudo es un escenario donde se pospone el llanto estos primeros días, hay una necesidad resolutiva y en muchos casos de evitación.
Más allá de los primeros días después de una muerte o pérdida , en nuestro sistema, la persona en duelo deben encontrar una manera de “controlar sus emociones” en las semanas y meses siguientes. Los padres en duelo nunca pueden tomarse un descanso, los estudiantes deben seguir y volver a clase, los empleados continuar con el trabajo, a menudo volvemos a nuestras a sus responsabilidades dentro de días o semanas después de una pérdida, en el mejor de los casos. Pues en muchos espacios, al día siguiente hay que levantarse y seguir.
A veces, la evitación ayuda al proceso de duelo en péquelas dosis, este es uno de los principios del Modelo dual del proceso de duelo: que manifiesta que la persona en duelo deben oscilar entre enfrentar su pérdida (afrontamiento) y evitarla (buscar un respiro). El justo equilibrio entre poder transitar el dolor sin perderse en él y poder afrontar la pérdida para continuar en la vida.
¿Cuándo la evasión se puede convertir en algo perjudicial para el bienestar emocional?
Como lo planteaba anteriormente evitación puede ser útil; para muchas personas puede convertirse en un ciclo dañino que persiste en detrimento de la salud y bienestar de la personal. Muchos piensan erróneamente que si hacen esfuerzos para evitar sus sentimientos durante el tiempo suficiente, estas emociones desagradables se mantendrán a raya o desaparecerán. La realidad es que los intentos de suprimir ciertos pensamientos, sentimientos y emociones sólo hacen que surjan de un modo más drástico, fuerte o a través de un síntoma. (El cuerpo grita lo que la boca calla)
Mientras uno está ocupado tratando de evitar y controlar su dolor, su mundo se vuelve más pequeño y más complicado. El miedo a los pensamientos y emociones relacionados con el duelo puede comenzar a limitar los comportamientos de la vida cotidiana, los roles como cónyuge, padre, amigo, empleado, etc. Y por ende e impacta en la capacidad general de ser la persona.
Algunos ejemplos:
Un padre que tiene demasiado miedo de enseñarle a su hijo a conducir, una mujer que tiene rodo el corazón tiene miedo de volver a enamorarse, una hija que vive en una casa llena de las reliquias de sus padres y no hay espacio para ningún hombre más en su vida, una persona que no puede dormir y empieza a consumir sedantes, antidepresivos para no sentir el dolor, etc. Estas personas de algún modo están atrapados en el pasado y su miedo y bloque loes impide vivir en el presente._
Evitar los estímulos aparentemente dolorosos puede resultar beneficioso de inmediato, pero es una solución a corto plazo. Es como tomar una aspirina para tratar un brazo roto; puede atenuar temporalmente el dolor, pero si uno no va al traumatólogo para tratarse el hueso roto, quizá nunca podrá sanar, y con cada movimiento, rocé, golpe, vuela a dolor. Lo mismo ocurre con nuestras emociones de duelo. Por ello, para tener mayor comprensión, perspectiva y compasión al dolor del duelo, es necesario no sólo la aspirina, sino el acompañamiento o terapia de duelo , en caso que el dolor del alma sea como el hueso roto, para así afrontarlo desde el presente, sanando el pasado y visualizando un nuevo futuro.
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