Me alegra muchísimo compartir este post tan especial con mis amigos y con el mundo.
Este fin de semana me regale un ratito para escribir a mi familia y compartir los cambios que han suscitado los últimos meses. En lo personal ha sido un semestre de cambio total a nivel personal y profesional; pero sobre todo, ha sido un regalo hermoso desde la posibilidad que me da día a día la vida de acompañar cada vez a más personas ha realzar un cambio de vida, de actitud y de pasar del miedo y la desesperanza a una nueva forma de vida.
Así, este fin de semana fue uno de esos espacios de tiempo ideal para dar un repaso a mi vida y ver de qué forma increíble se va tejiendo y entretejiendo la red. Ver como las enseñanzas que he aprendido de los maestros que me han ayudado en mi caminar, se revelan continuamente para recordarme quién soy, qué hago aquí y cuál es mi misión, lo que me lleva a estar inmensamente agradecida.
Y Sí, ciertamente soy una persona agradecida, algunas veces más que otras; sin embargo este fin de semana me sentí invadida por esa gran experiencia, por la dicha y ortunidad de trabajar en lo que me gusta, arar cada día la tierra, sembrar semillas de paz y amor en el planeta, acompañar de cerca y de lejos, e intentar ser una luz en esta época de desesperanza y de cambio en nuestro planeta.
La gratitud es algo esencial e importante para la calidad de nuestra vida. Lo que he aprendido, y cada vez reafirmo con más fuerza, es que cuando estoy agradecida mis canales están abiertos de par en par para todos y cada una de las cosas, situaciones, personas que más y mejor me convienen. Entonces aparece la "magia". Cuanto más dispuesta estoy a agradecer las pequeñas cosas de mi vida, más cosas grandes surgen de fuentes inesperadas, y empiezo con mucha ilusión cada día.
Despierta, agradece, afirma y dispón tu cuerpo y tu alma a ser cada día más agradecida, y observa cómo te llegan regalos de la Vida que muchas veces no logras ni imaginar.
Gracias por leerme y compartir,