Hay un niño que habita en nuestro corazón, que aguarda silencioso, nuestra protección.
Este niño interior se hace evidente ante nosotros cuando manifestamos nuestra manera auténtica de ser y de sentir.
Muchos de nosotros crecimos en un ambiente que no satisfizo completamente nuestras necesidades de amor, apoyo y cuidado. Como adultos, muchas veces seguimos esos mismos patrones que nos hieren y nos limitan.
El mayor de los miedos de este niño interior es que sigamos abandonándolo. Él quiere sentirse amado y nos pide todo el tiempo que vayamos a su encuentro.
Establecer nuevamente la alianza con nuestro niño interior, conlleva reconciliarse con los sucesos experimentados en el pasado; en este sentido, este se trata de una mirada amorosa al pasado para sanar el presente.
Para comunicarnos con nuestro niño interior, viajaremos al pasado a través de nuestra imaginación, acercándonos como si fuera nuestro “hijo”. Permitámonos hablarle con ternura y darle su espacio para que, poco a poco, nos exprese sus miedos, su dolor y sus enojos; de modo que pueda liberarse de las ataduras que lo ligan con el adulto que somos ahora.
Cuando escuchemos la voz de este niño, es importante que nos alejemos de nuestra tendencia adulta a juzgar, para ello nada mejor que estar con el corazón abierto, el alma dispuesta y los brazos extendidos para abrazarlo, acogerlo y decirle que lo amamos profundamente y que ahora somos conscientes de estar con él para que se sienta a salvo.
Nuestro niño interior nos espera para jugar, divertirse, pintar, crear, hacer desastres, saltar y revolcarse por la tierra y todo aquello que nuestro deseo profundo conecte.
Seamos consciencia de que todo lo que hagamos a partir de ahora, sea desde la actitud amorosa de un niño expectante de conocer, aprender y vivir desde la alegría.
Cuando sientas que la tristeza tiñe de gris tu día a día, visita al niño que hay en tu corazón, abrázalo y pregúntale qué está sucediendo. Seguro que si pones atención, escuchas su llanto y necesidad, tendrás la respuesta y podrás establecer nuevamente el equilibrio. De este modo estaremos siendo comprensivos, compasivos y amorosos con nosotros mismos.
Estas viviendo un proceso de cambio y necesitas una guía, una mano amiga que te ayude a mejorar tu vida, bienestar y salud emocional, no dudes en ponerte en contacto.
Gracias por leerme, escucharme y compartir.
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