Cada uno de nosotros posee una energía masculina y otra femenina dentro de sí, que hay que equilibrar dentro, para poder tener una relación equilibrada y sana con la pareja.
La energía femenina es el ser intuitivo, el aspecto profundo, sabio, el guía que todos llevamos dentro. La energía femenina es receptiva, y de ese modo forma el canal a través del cual el Ser Supremo se comunica con nosotros. Nuestra parte femenina habla con nosotros a través de impulsos nuestro sentido más visceral, o imágenes que surgen de un lugar muy profundo en nuestro interior. Cuando no escuchamos la voz de la intuición, la energía femenina se comunica con nosotros por medio de sueños, emociones o cambios.
El aspecto masculino actúa en este mundo. Nos permite hacer cosas, construir, hablar, mover el cuerpo. Cuando lo femenino es receptivo, las energías masculinas se sientes seguras, activas y expresivas. Es lo masculino lo que hace posible la realización de las ideas, la transformación del pensamiento en forma material.
-Shakti Gawain
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