Que el espíritu de la Navidad llegue al corazón de cada uno de nosotros, permitiéndonos no sólo celebrar y comer, sino adentrarnos en nosotras mismas para profundizar en aquello que necesitamos mejorar.
Los Ángeles, maestros y guías nos hablan para darnos pistas; pero es necesario entrar en nosotras, mejorar como personas, confrontar nuestras carencias y asumir nuestros fallos y hacemos responsables de nuestro andar.
Feliz Navidad y sanador 2018
Un abrazo amoroso.
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