El coronavirus es algo que nos ha superado a todos. De repente nos hemos visto enfrentados a un mar de emociones desbordantes de miedo, agobio, tristeza personal y colectiva.
¿Cuántos días llevas de confinamiento? ¿Una semana, dos semanas, tres semanas, más? Yo empiezo mi semana tres, podría decir que ya he pasado por la mayoría de las emociones que describen el modelo de duelo de Kubler Ross: Negación – Rabia – negociación – depresión – aceptación.
Y seguramente sigamos moviéndonos un tiempo en esta mezcla de emociones y sensaciones, cada uno desde su momento, su realidad y su sentir. Sin embargo, existe una verdad incuestionable: Todo pasa. El coronavirus también.
Transitar este periodo de cuarentena entendiendo y conociendo las tareas del duelo y las emociones que pueden surgir en el camino, es una de las claves para la gestión emocional de este momento, como lo es en cualquier proceso de Duelo. Todo empieza y todo tiene un fin, nos permite comprender que, en todo cambio, por difícil que parezca , siempre existen oportunidades de aprendizaje interior, de crecimiento, de avance.
No todos vamos a sentir lo mismo, ni al mismo tiempo, ni de la misma forma. Y esto lo quiero recalcar, este proceso es ÚNICO y desafiante en donde cada una de las emociones implicadas nos ayudan a llegar a un acuerdo con la pérdida y aprender a integrar el significado de la misma en nuestras vidas.
Tenemos por delante algunas tareas para ir elaborando el proceso, siguiendo el Modelo de Worden y las tareas del Duelo.
TAREA 1: Aceptar la realidad de la pérdida.
Una de las primeras reacciones en el duelo es el shock y/o la negación. Ese fue el comienzo de este proceso, todos de algún modo creo que ya pasamos por él.
Quizá tuvimos la esperanza de que esto no nos llegaría y una fuerte sensación de incredulidad que, por lo general, es de corta duración. Nuestra mente puede pretender fingir la realidad no ha sucedido, o no cerca de nuestro escenario, como un mecanismo de defensa que busca administrar y elaborar en pequeñas dosis una realidad que se muestra dolorosamente abrumadora. Frases tales como “China está muy lejos”, “aquí no va a llegar” ,”Es una gripe más”, “son unos exagerados”, etc.
La aceptación intelectual de esta este período marca el momento en el que estamos listos para comenzar nuestro viaje de sanación y elaboración. La negación, de su significado así como de su irreversibilidad prolonga el proceso. Si hacemos caso omiso a esta tarea, los sentimientos de rabia, miedo descontrol no desaparecen sino que se acumulan en nuestro corazón. Reconociéndolos y hablando de ellos, tenemos la oportunidad de entenderlos y ponerlos en perspectiva.
TAREA 2: Elaborar el cambio
A veces resulta tentador evitar el dolor que implica la situación que estamos viviendo, evadiéndote tras decenas de actividades que te impiden detenerte unos minutos a reflexionar, explorar y experimentar tus emociones. Entonces comenzamos a escuchar frases tales como “debes ser fuerte” o “debes mantenerte ocupado, llena tu día de actividades no pensar más lo que está pasando”. Creo que de algún modos todos pasamos este momento la primer semana: Cantidad de cosas por hacer, películas, videos, visitas a museos, clases, etc.
La realidad es que además del miedo, la rabia, hay angustia, desesperanza, tristeza en incluso culpa. Las cifras de enfermos y fallecidos, nos ponen los pelos de punta, el miedo se ha contagiado, el síntoma esta cada vez más cerca de nuestra realidad (amigos, conocidos, personas afectadas o nosotros mismos). Es un momento de confrontar la realidad.
Este será quizá el momento más largo de transitar dada la incertidumbre del escenario que tenemos por delante. Además de los diversos duelos, no solo por fallecimiento que tengas que elaborar sino los duelos de las diversas pérdidas que vamos teniendo en el día a día (trabajo, libertad, rol, condición, etc).
Es momento de permitirte experimentar y expresar tus sentimientos. La ira, el miedo, la impotencia, la soledad, la tristeza y la ansiedad son algunos de los sentimientos usuales durante este tránsito. Así mismo, este proceso puede causar agotamiento físico y mental, pérdida del apetito, trastornos en el sueño, dolores musculares y dificultad para concentrarse y tomar decisiones. La buena noticia es que los desiertos también se abandonan.
Es importante que durante este periodo tan exigente prestes atención en tu cuidado personal: comer bien, dormir lo suficiente, hacer actividad física y compartir tu sentir con otras personas. En este caso, la compañía y escucha atenta será esenciales así como la contención emocional de un terapeuta. Recuerda que muchas veces nuestros seres queridos no saben qué hacer ni qué decir frente al dolor que nos abruma.
Dada la situación este adaptarse tendrá diferentes momentos:
Ahora mismo estamos en adaptarnos al nuevo escenario: confinamiento, estamos realizando todo tipo de ajustes internos y externos necesarios para adaptarnos a una “nueva realidad”.
Pasado todo el proceso y cuando volvamos a salir a la calle, aparecerá un nuevo proceso de adaptación y re reorganización a medida que empecemos a identificar y ocuparnos de los cambios que se produzcan en la realidad económica, social, familiar, etc. Será un tiempo de transitar en el desierto. Durante la tarea de adaptación es posible que sientas temor, culpa o enojo ente el nuevo escenario, asumir roles que antes eran realizados por otra persona (ahora me toca cocinar todo el día, trabajo cuico a los niños, no tengo nada que hacer, no me siento útil si no trabajo, no sé no hacer). Este proceso de reajuste se llevará adelante al mismo tiempo que se reconocen las implicancias de la pérdida para así poco a poco alcanzar un acuerdo con todos los vacíos, reales o simbólicos, que este proceso ha creado en nuestra vida.
TAREA 4: Reubicarnos emocionalmente
Esta reubicación consiste en moverse desde los sentimientos de pérdida y anhelo hacia nuevos sentimientos que nos permitan ser capaces de continuar. Por lo tanto, esta tarea implica poco a poco dejar de invertir una gran cantidad de nuestra energía emocional en lo que fue para reinvertirla en el presente, el aquí y el ahora: Normalizamos la realidad.
Es esencial continuar viviendo con un sentido y propósito. Se trata de mantenerse conectado con la vida, con los aprendizajes que ha dejado este periodo, con los cambios que has tenido que hacer y quizá los que van a surgir en la realidad de cada persona, cada familia
Y tras el paso de este “huracán” Vendrán tiempos nuevos, con nuevas realidades, nuevas alegrías, tristezas, nuevos problemas. Entre más consientes seamos de lo vivido y de lo aprendido creceremos con personas, como colectivo, como sociedad. Y estaremos listos para un nuevo ciclo, con nuevas historias para contar.
Nota: recuerda que estas etapas no son lineales. Tiene un tiempo, lugar o manifestación única para cada persona.
FUENTES:
http://www.maine.gov/suicide/docs/Survivor-Kit/Tasks-Grief.pdf
http://www.medicinenet.com/loss_grief_and_bereavement/page2.htm
Entrevista de Manejodelduelo.com a la Tanatóloga y Consejera Profesional Edu Emilia Sáez. Año 2021
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Alejandra León,
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