Cuando nos sentamos a meditar o a respirar en profundidad y llevamos una intención, el mensaje que recibimos es mucho más claro, las respuestas vienen de repente, quizá de muchas formas: en la misma meditación, en conversaciones con amigos, en un mensaje de la tv, en un cartel publicitario. Es cuestión de estar atentos.
La respuesta está en tu interior… y algunas veces en tu exterior. Quizá por nuestro afán y nuestras prisas no la vemos, no nos detenemos y no la contemplamos, o lo vemos y pasamos de largo. Desde mi experiencia, he de decir, que en ocasiones no lo ponen en Mayúscula, a veces no lo grita el universo de mil formas, pero vamos tanb rápido que no nos enteramos.
Permítete cada día ver, oír, sentir y leer los mensajes que el universo tiene para ti, seguro que así será más fácil encontrar la respuesta a tus preguntas.
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