Comencemos por entender que el dolor es un fenómeno natural y en realidad beneficioso, porque es una señal interna a la conciencia de que alguna parte del cuerpo requiere atención.
La pregunta frecuente hecha tras oír esto es por qué es necesario que el dolor sea tan intenso e insoportable. La respuesta es que no resulta insoportable en absoluto… La parte que resulta insoportable es un factor mental añadido generado por la cognición egocéntrica.
Este ejercicio no garantiza que te quitará tu dolor, pero hay personas a las que les ha sido útil. Depende de la apertura mental de la persona, su actitud y el tipo de dolor. Te invito a probarlo.
1.-Realiza tres respiraciones profundas. Al inhalar, imagina que el aire inspirado llega al lugar del cuerpo que te duele. Exalta muy lentamente, hasta sentir que salió todo el aire de tu interior. Así tres veces. Después, deja que tu cuerpo acompase la respiración libremente.
2.-Focaliza la atención en tu dolor. Sé consciente de su forma, su color, su tamaño. Dedica a ello un par de minutos como mínimo. Puedes imaginarlo e incluso dibujarlo. Valora del 0 al 10 cual es la intensidad de este dolor (donde 0 es nada y 10 es el máximo de intensidad que has soportado nunca).
3.-Vamos a intentar dialogar con él. Las actitudes de aceptación, integración y agradecimiento ayudan a realizar el ejercicio. En una escena imaginaria, “sienta en una silla a tu dolor tal como lo has dibujado”, deja espacio para “escuchar” sus respuestas desde tu interior tras formularle las siguientes preguntas.
-¿Desde cuándo estás en mi vida?
-¿Qué cosas pasaban cuando apareciste?
¿Qué me callé en ese momento de mi vida? ¿Qué me quedé dentro, sólo para mí, que no pude o no quise decir o hacer?
-¿Qué función tuviste tú? ¿Para qué me serviste?
-¿Qué función tienes hoy? ¿Para qué me sirves?
-¿De qué otra manera podría obtener eso?
-¿En qué te gustaría convertirte si no fueras un dolor? ¿En qué forma, color, tamaño?
4.-Después de con las preguntas a esta parte de tu cuerpo, focaliza de nuevo tu atención en el dolor, observa sus modificaciones.. También puedes dibujarlo y valorar del 0 al 10 cómo lo sientes ahora.
Fuente : Plano sin fin
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