¿Qué tipo de padre tuviste? ¿Por qué es importante su imagen en la vida de los hijos? ¿Cómo perdonar la herida que causó? Muchas mujeres compartimos estas inquietudes:
Me faltó mi padre. Estaba ausente. No supe o pude acercarme a él. No pudimos comunicarnos. La relación fue desastrosa. La versión fue tan increíble que lo busco en mis parejas.
¿Para qué sirve un padre en la vida de las mujeres? Un padre es muy importante en la vida de todas las personas. El padre genera fuerza, confianza, manejo de límites, poder personal... y en el caso de las mujeres, es un punto clave, ya que en algún momento desearán tener una relación con un hombre.
Es la relación con el padre la que determina cuán exitosas o no serán en sus relaciones con los hombres, lo cual, en gran medida, se traducirá en la estima que tengan de sí mismas.
Por otro lado, es fundamental entender la propuesta de la psicología holística de que en la vida de la mujer, su padre es su primer amor, en sentido figurado. La hija traslada la imagen de papá al hombre que ama. Si papá fue funcional, es probable que la mujer se sienta inclinada a repetir la experiencia y busque/encuentre un hombre psicológicamente sano.
Es decir, si papá fue un hombre cálido, atento a las necesidades tanto psicológicas como físicas de la hija (techo, comida, médicos, escuelas, diversiones, cariño, respeto por el desarrollo sano de la individualidad de la hija, su necesidad de pertenencia al grupo familiar, la evolución de sus apegos, primero a los padres y hermanos, después a los amigos y, posteriormente, al novio que la llevará fuera del núcleo familiar), entonces la hija, como es fácil de imaginar, querrá y podrá encontrar en otro hombre las características saludables que componen la personalidad del padre, y que le reflejan sentimientos de vida hacia los hombres. Desafortunadamente, aunque esto último sucede, no es lo más común.
Otro beneficio de tener un "buen padre" es desarrollar altos niveles de independencia y, en el momento de tener un novio, retrasar la iniciación de la vida sexual.
¿Qué tipo de padre tuviste?
El Ausente Físicamente: Los padres ausentes generan hijas necesitadas de pareja y con un miedo terrible al abandono. Seguramente buscarán relaciones dependientes en las que nunca será suficiente el amor ni la atención de la otra persona. Para sanar estas heridas, es sumamente importante trabajar el desapego.
El Ausente Emocional (también se aplica al ausente físicamente): Una relación de abandono emocional con el padre en la primera infancia o en la pubertad puede provocar que mujeres exitosas en diversas áreas tengan vidas desastrosas en relación con el amor, la pareja y todo lo concerniente a lo emocional. Un padre egocéntrico, que se dedica a buscar lo que necesita y se le dificulta ver las necesidades emocionales de los demás, no tiene conciencia de que su esposa e hijos necesitan de él. Con un padre así, cuando eras niña, solo sentías o intuías que no te amaban ni aceptaban como necesitabas. De esta manera, desarrollaste comportamientos basados en las conductas y mensajes de los demás hacia ti, en este caso, de tu padre y tu madre, incluyendo el conflicto que vivían como pareja. Todo esto conformó tu personalidad disfuncional, que en el presente no funciona y no logra ayudarte a ser feliz ni amarte a ti misma. Por eso, no eliges hombres que sepan amar, es decir, que ya sepan amarse a sí mismos y aceptar quiénes son, sin juicios. Hombres que hayan aprendido a escucharse y a escuchar a los demás, que al madurar como personas su nivel de tolerancia aumente, que acepten que en la vida no siempre se obtiene lo que se desea de la forma que se desea, que sepan que la mujer se comunica y entiende la vida de manera diferente a los hombres.
Es importante también ver qué pasa con la madre, si también vive con un esposo distante, es seguro que no está conectada de manera adecuada con ese hombre y mucho menos con las necesidades de los hijos. La hija tendrá una relación con la madre exagerada en resentimiento, al creer (quizá inconscientemente) que fue ella quien no permitió que el padre se acercara más a la hija cuando era pequeña o no se lo pidió. Se puede convertir en una mujer que cree que los hombres son malos solo por el hecho de ser hombres. Algunas mujeres pueden convertirse en personas que solo se interesan en obtener beneficios a partir de los hombres, quizás como una forma de cobrarle al padre-hombre el hecho de no haber estado con ella.
El Controlador: Genera mujeres sumisas y obedientes, con miedo a soltarse y tomar la responsabilidad de su vida. Actúan como niñas pequeñas en busca de aprobación y cuidado. Generalmente buscan hombres controladores y machistas. Suelen sufrir mucho en sus relaciones. Deben trabajar intensamente en su autoestima y desarrollo personal.
El Violento: Genera mujeres sometidas y víctimas de agresión. Suelen ser conflictivas y poco responsables con su seguridad personal. Es muy importante trabajar en el manejo de límites y el cuidado personal, además de mostrar nuevas opciones de relacionarse.
El Súper Amigo Complaciente: Genera la sensación de que es la figura ideal y no permite que la mujer seleccione de manera saludable a su pareja. Con ella habría que trabajar el corte del lazo energético y el desprendimiento, para que pueda elegir a su pareja sin falsas expectativas.
En general, lo ideal es soltar el rol de niñas sumisas y actuar responsablemente como adultas, tomando de la figura paterna lo que se necesita.
Otra mujer en la vida del padre: Las reacciones más frecuentes son tristeza, depresión, resentimiento, ira, temor, dolor, deseos de venganza, sentimientos suicidas, enfermedades psicosomáticas, escapar de casa, embarazos no deseados, uso de sustancias tóxicas, obtener bajas calificaciones, dejar la escuela.
Padres divorciados: En estos casos, el padre, en su duelo egocéntrico, solo puede ver su coraje y dolor por la pérdida. Mientras el padre no se despoje de la ira que siente hacia la exesposa, no estará emocionalmente disponible para la hija. Los padres divorciados, en muchas ocasiones, intentan mantener presencia a través de regalos, visitas al centro comercial o una llamada telefónica, pero esto no llenará el vacío físico y amoroso del padre que la hija necesita.
¿Te sientes digna de ser amada?
Al revisar la autoestima de la mujer, es importante examinar también la de la madre e incluso la de la abuela, porque no solo se heredan los rasgos físicos, sino también los vacíos emocionales. Si una mujer tolera la infidelidad del esposo, su valía disminuye y su autoestima se ve afectada. Esta baja autoestima se transmite a los hijos, y en la edad adulta buscarán relaciones tóxicas, tratando de repetir la historia de la madre, que en cada relación busca al padre comprensivo, protector y cariñoso que el padre no le proporcionó.
Es importante preguntarnos qué nos impulsa a buscar al padre y su desamor en cada una de las relaciones si estamos atrapadas en relaciones tóxicas. No perdamos tiempo y abordemos las heridas familiares desde su origen para sanarlas. Reconciliémonos con la figura paterna y seamos agradecidas simplemente porque nos dio la vida. ¡Sanemos a papá!
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