Tu personajillo
La vida es como una gran obra de teatro en la que cada uno interpretamos uno o varios personajes.
En la obra te rodeas de muchos otros actores que también interpretan sus propios papeles.
Al inicio de la obra (tu vida) no sabes qué escenas van a aparecer
o en qué momentos debes cambiar,
pues los imprevistos vienen en cada actuación. (La improvisación).
En ocasiones repites una y otra vez la misma obra,
Al inicio parece genial,
con el tiempo puede terminar aburriéndote,
quemándote, y aburriendo también a tu público, tu entorno.
En la vida, como en las obras, hay todo tipo de papeles:
Algunos alegres, otros tristes,
algunos crueles,
otros amorosos,
románticos,
despiadados,
bellos, feos.
Todos ellos hacen parte de ti, de tu vida. Todos ellos son TÚ.
- Cuál es tu personaje principal?
- Con qué personas te identificas?
- Es un personaje asignado por la familia?
- Lo a has escogido tú?
- Ese personaje principal te potencia o por el contrario te limita?
En ocasiones, TU OBRA puede ser un gran éxito sin que realmente lo hayas estado buscando...
A veces haces grandes esfuerzos por conseguir algo, y sin embargo no funciona y parece un fracaso.
En ocasiones otros consiguen lo que tú siempre has querido,
y a veces tú consigues lo que otros han estado intentando conseguir.
Es importante saber extraer el beneficio de cada escena para nuestro progreso en la vida.
Por ejemplo:
- ¿Soy tolerante a los cambios y me adapto en cada actuación?
- ¿Veo el fracaso como una experiencia de aprendizaje?... ¿Algo que me permitirá desarrollar mayor sabiduría para la próxima vez, de forma que mi preparación sea mejor y no vuelva a cometer el mismo “error”?
- ¿cuál es mi relación con el fracaso?
- ¿El fracaso me desanima o me deprime?
El arte de ser un observador desapegado nos capacita a relacionarnos con la vida de una manera muy equilibrada.
Hay ocasiones en las que tenemos que actuar e interpretar nuestro papel de una manera muy activa.
En otras ocasiones, lo correcto es hacerse a un lado de la escena y simplemente observar.
La habilidad de cambiar
de estar en el centro del escenario
a ser parte de la audiencia...
y volver de nuevo,
nos capacita para disfrutar las escenas de la vida,
sin quedarnos exhaustos debido a escenas que no nos gustan o perdernos en las que nos gustan.
Cuando podemos ver las cosas como el observador desapegado, entonces tomamos distancia,
tenemos una nueva perspectiva,
podemos tomar decisiones sanas basadas en el amor, el respeto y el desapego profundo.
Espero que esta información te haya sido útil.
Recuerda: Estas viviendo un proceso de cambio y necesitas una guía, una mano amiga que te ayuda mejorar tu vida de pareja, bienestar y salud emocional, no dudes en ponerte en contacto.
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