Cuando llegué al consultorio de Alejandra, estaba sumido en una profunda tristeza (aunque los médicos decían que era depresión). Un amigo me la había recomendado y me había advertido que era una terapeuta poco convencional, lo cual se evidencia desde el primer momento. No solo incorpora todo lo relacionado con energías y chakras en su trabajo (un mundo completamente desconocido para mí), sino que también te infunde confianza desde el momento en que cruzas el umbral de su puerta. Contrario a mis expectativas iniciales, mi terapia con ella duró solo unos meses (anteriormente, había estado con otro terapeuta durante dos años), y esto fue gracias a que, además de sanarte (sí, Alejandra logra ayudarte a recuperarte, por supuesto, tú tienes que poner de tu parte), y creo que esta es la parte más importante, te muestra las herramientas que posees. Primero, para evitar recaídas, y segundo, y no menos importante, herramientas para valorarte, alcanzar tus metas, sanar tus relaciones con quienes te rodean, hacer las paces con el pasado y, en última instancia, estar en paz contigo mismo y con el mundo, aprendiendo a disfrutar de lo que la vida te pueda traer.
Veronica