Eres una mujer / hombre que ama demasiado
Existen relaciones amorosas contraindicadas. Algunas personas se embarcan, muchas veces sin saberlo, con parejas que más que amor van a darles quebraderos de cabeza. Son los amores tóxicos, estilos afectivos que se establecen con personas con rasgos de personalidad que generan en el otro mucho padecimiento, desgastes emocionales y en algunos casos sintomatologías que pueden terminar acabando con nosotros.
Te has encontrado alguna vez diciendo algo así:
"Estoy sorprendida de que se comporta exactamente igual que mi pareja anterior, generando los mismos conflictos en la relación".
"Tanto mi ex pareja como mi pareja actual se acostumbraron a que yo tenga que insistir varias veces para poder vernos. Siempre tienen algo más importante que hacer. Si consigo quedar una o dos veces a la semana es todo un logro. Lo he hablado con mi pareja y me ha dicho que es por sus obligaciones y su situación económica, y sigue sucediendo.
"Quizás soy una pesada por querer ver a mi pareja un par de veces a la semana, o quizás no debería enfadarme cuando llega tarde continuamente" pero si me enfado luego la cosa va a peor...
"Veo que la relación es exactamente igual que la que tuve con mi ex y estoy desesperado porque sé que algo estoy haciendo mal".
Los anteriores son algunos ejemplos de frases de hombres y mujeres que acuden a terapia por que han vivido o viven en una relación tóxica.
Los 10 tipos de relaciones tóxicas
según Walter Riso
Las relaciones tóxicas son un gran problema, ¿quién no tiene un familiar o un amigo que está totalmente inmerso en una relación que ni le conviene ni le hace feliz y a la que todos veis poco futuro? ¿El problema?, que la otra persona no lo ve y no hay manera de hacérselo ver. Esto es muy frecuente y de hecho es probable que nos pase a nosotros mismos, son estas relaciones de las que al salir decirnos: ¡Menos mal que al final salí y lo he superado! (cosa que solo se suele ver una vez fuera). Paradójicamente las relaciones tóxicas son las relaciones de las que más cuesta salir y que más enganchados nos dejan.
En parte puede que la sociedad tenga la culpa de esto, a pesar de todos los conocimientos que se nos inculcan, poco es el aprendizaje que circula sobre relaciones, manejo emocional y cómo evitar verse atrapado en las garras de gente tóxica, frecuentemente este aprendizaje es por ensayo y error, una vez ya hemos caído. Lo cual no es muy alentador. A esto contribuyen también las revistas, las películas románticas, etc., que enfatizan la posibilidad de enamorarte de alguien que no conoces, y vuelven románticas cosas que en realidad no lo son, ideales no reales, con unas líneas muy finas entre, por ejemplo, un acoso y un admirador, sobre el dejarlo todo por una persona (perdiendo la independencia incluso), sobre saber que la persona es la ideal nada más verla pasar por el parque (esto puede ser algo obsesivo), etc… Al final cuando algo de esto nos sucede fácilmente sabemos girar la tortilla para verlo como algo positivo aunque en realidad no lo es.
¿Por qué nos equivocamos tanto al escoger pareja?
¿Por qué nos resignamos a relaciones dolorosas?
Por qué nos enganchamos a estas relaciones y no sabemos salir de ellas?
¿Podemos reconocerlas antes de involucrarnos?
¿Qué es una relación tóxica?
Son relaciones en las que quedamos atrapados por una especie de red negativa, no solo se refiere a relaciones amorosas sino que pueden ser relaciones de amistad o familiares.
Las relaciones tóxicas son aquellas que nos hacen sentir mal, cambiar de formas que no nos gustan, nos alteran de maneras que no podemos controlar o destruyen quienes somos. Son relaciones que nos hacen infelices. Y además de las que es muy difícil salir. Típicamente son relaciones en las que una persona es dominante, o sumisa, o hay problemas de comunicación, manipulación, mentiras o chantajes. Son relaciones en las que una o ambas partes sufren pero a las que no sabemos poner fin.
Los 10 tipos de relaciones tóxicas a evitar:
Esta lista enumera las conductas características de relaciones a la larga tóxicas, si estás en una relación como las de abajo (puede que aparezcan una o más de una), procura corregirla o si no acabarás en una relación tóxica.
1. Las relaciones en las que sólo está a cargo una persona:
Si sólo una persona ejecuta (lleva) la relación, la relación no es sana y no prosperará adecuadamente. A veces es fácil involucrarnos con una persona que tome el control de las cosas, puede parecer fácil y cómodo que cojan las riendas de nuestra vida, puede que notemos menos presión así. El problema es que esto no es opcional, es decir, si tú le das las riendas de tu vida a otra persona, lo más probable es que pierdas el derecho a opinar sobre qué hace con ellas. Cuando quieras recuperar el control será muy difícil y la relación empeorará. En estos casos la persona pierde autonomía, independencia, autoestima y autoconfianza. Nunca debes sentirte sin poder o atrapado/a en una relación, eso en realidad no es una relación. Las relaciones implican libertad e igualdad de responsabilidades para ambas personas, cooperación entre las dos personas implicadas. La relación será tan fuerte como sean los dos individuos por separado dentro de la relación. Habrá más crecimiento personal para los dos. Intentar controlar a alguien o que te controlen no lleva a ningún lado (excepto al sufrimiento a muy corto plazo)
2. Las relaciones que tienen la función de “completarte” o “llenarte”:
Por mucho que en las películas nos inculquen que cuando encontremos a “LA” persona esta nos llenará, nos sacará de la miseria y el aburrimiento y nuestra vida cambiará y será maravillosa, nos elevará a un estado de plenitud y felicidad. Lo cierto es que esto es algo que debemos conseguir por nosotros mismos y llevarlo luego a la relación. Una relación no debe servir o utilizarse para suplir carencias personales, esto hace que luego seamos dependientes y no recorramos el camino de crecimiento personal, no evolucionemos y mejoremos como personas por nosotros mismos, y queramos o no, es una responsabilidad y un peso muy grandes para la relación y la otra persona (si estamos mal es culpa de la otra persona y esperamos que ella lo solucione). Suelen ser relaciones en las que luego no se toleran separaciones temporales ni estar solos. No es la responsabilidad de nuestra pareja rellenar esos vacíos existenciales, es un trabajo personal de cada uno. Si no estás bien contigo mismo eso se verá reflejado negativamente en la relación. Uno debe crear su propia felicidad antes de poder compartirla con otros.
3. Relaciones co-dependientes:
Este tipo de relación es algo similar a la del punto 1, pero aquí son ambas personas las que son pasivas y dependientes, perdiendo su individualidad, no es el caso de una dominante y otra más sumisa. Aquí ambas personas necesitan de la aprobación del otro para llevar a cabo cualquier acción, priorizan las necesidades del otro sobre las propias. La otra persona siempre es la responsable de cómo nos sentimos, todo pasa por ella. Nos diluimos con la otra persona y la relación se vuelve adictiva. Si el otro se encuentra mal de repente nuestras necesidades personales desparecen y sólo pensamos en hacerla sentir bien. ¿El mayor problema? Suelen llevar a una acumulación de resentimiento, aunque hayamos sido nosotros quienes hayamos decidido valorar las necesidades del otro por encima de las nuestras..., luego eso quema. La vida se convierte en mirar por el bienestar de la otra persona las 24 horas del día. Ambos miembros de la pareja deberían responsabilizarse de sus propias emociones y saber regularlas sin la ayuda del otro. Una cosa es ser de apoyo para otra persona y otra es estar obligado a todas horas. En este tipo de relaciones uno se siente obligado a estar cuidando a la otra persona y pasar todo por ella.
4. Relaciones basadas en expectativas irreales o idealizadas:
La perfección no existe, si amamos a alguien debe ser con sus “defectos” y con sus mas y sus menos. No es sano intentar “arreglar” a las personas o cambiarlas. De hecho cuanto menos esperes de alguien que amas más feliz serás. Las expectativas pueden ser muy traicioneras. Nadie actuará siempre como nosotros esperamos, no son nosotros y por lo tanto vivirán y actuaran a su manera. Vivir una relación por el “cómo debería ser” y no como es, lleva a frustración, sufrimiento y tristeza. No debemos tener expectativas grandiosas e irreales ni tampoco pensar que la otra persona puede cambiar (ni intentar hacerlo) para “mejorar” la relación.
5**. Relaciones en las que el pasado se utiliza para justificar el presente (o tener la razón)**
Si estás en una relación en la que continuamente se te culpa por el pasado, la relación es tóxica. Si ambos lo hacen la relación se convierte en una batalla por ver quien la “cagó” más y por lo tanto quien debe disculparse. Cuando utilizas lo que ha hecho mal la otra persona en el pasado para justificar tu conducta en el presente lo que estamos haciendo es utilizar la culpa y el resentimiento para manipular a la otra persona (para que se sienta mal en el presente), aparte de perder de vista el problema actual. Al final la relación se convierte en un constante esfuerzo por ambas personas para probar que son “menos culpables” o menos “malos” que el otro, en lugar de intentar ambos ser mejores para el otro. Debes aceptar que para estar con alguien tienes que aceptar sus errores y su pasado. Si algo nos afectó tanto en el pasado, entonces ese era el momento para trabajarlo, no ahora. El pasado, pasado es, y pasado debe ser.
6. Las relaciones basadas en mentiras continuas:
En las relaciones una omisión es como una mentira, las relaciones se basan en la confianza, abrirse a la otra persona y conocerse mutuamente. Ocultar información relevante sólo debilitará la relación. Es cierto que se puede reparar la falta de confianza pero esto es muy difícil y requerirá del esfuerzo de ambas partes. De todas formas, al final la verdad siempre se sabe. La persona nos mentirá hasta que consiga que esa mentira se convierta en nuestra realidad, no debemos entrar al juego; si descubres una mentira, confróntala. Las personas que mienten suelen repetir las mentirás hasta que consiguen hacerlas realidad, no participes en esto. Para poder reparar una falta de confianza primero hay que poder reconocer la mentira. El perdón y la reconciliación no ocurrirán hasta que se admita la mentira.
7. Relaciones en las que el perdón no tiene cabida y en las que no hay intención de reparar la confianza:
Esta está en relación con el punto anterior. La confianza se puede reparar, pero mantenerse en una relación en la que no hay intención de repararla no tiene sentido. En casi cualquier relación a largo plazo habrá un problema de confianza o alguna mentira en algún momento, no entender que esta se puede reparar si ambas personas trabajan duramente en su propio crecimiento persona aplicando luego este a la relación convertirá la relación en una relación tóxica para ambos.
8. Relaciones en las que la comunicación es pasivo-agresiva:
Por ejemplo cuando en lugar de comunicar abiertamente como nos sentimos jugamos con indirectas, o cuando la comunicación es hostil e intenta manipular como se siente la otra persona. Hacer cosas sutiles para molestar a la otra persona hasta que nos presta la atención que queremos. Las relaciones se basan en una comunicación abierta y sincera, si la otra persona en la relación nos juzga o crítica cuando nos abrimos puede que nos volquemos en actitudes pasivo agresivas. Puede que la otra persona no esté de acuerdo en lo que piensas pero en las relaciones fuertes se alcanza un compromiso, la otra persona accede a apoyarnos sin necesariamente tener que estar de acuerdo obligadamente a pensar igual que nosotros.
9. Relaciones gobernadas por el chantaje emocional:
Esto se refiere a aplicar un castigo emocional cuando la otra persona no hace exactamente lo que queremos. Al final la otra persona accede a comportarse de otra manera a causa del chantaje. Se soluciona como en el punto anterior con una mejor comunicación. Los sentimientos y emociones se pueden comunicar pero de una manera sana y sincera sin atacar a la otra.
10. Relaciones que quedan en un segundo plano:
Las relaciones requieren que se les dedique tiempo y esfuerzo, si no se las cuida se marchitan. Es importante dedicar tiempo de calidad a la relación, compartir actividades solo con la otra persona que os enriquezcan como pareja. La otra persona (y la relación) requieren de tu presencia, atención y tiempo.
Si evitas todo lo anterior, ¡evitarás tener una relación tóxica y estarás en una mucho más feliz y sana!
Espero que esta información te haya sido útil.
Recuerda: Estas viviendo un proceso de cambio y necesitas una guía, una mano amiga que te ayudea mejorar tu vida de pareja, bienestar y salud emocional, no dudes en ponerte en contacto.
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